¿QUÉ ES LA CLONACIÓN HUMANA?
La clonación humana copia intencionalmente el
código genético de una persona con el propósito
de crear otra persona con el mismo material
genético. Esto crea una vida humana nueva e
individual basada en el modelo genético de un
sólo donante o un sólo progenitor en vez de dos.
ADN
Los intentos actuales para clonar seres humanos
utilizan la misma técnica empleada anteriormente
para clonar animales, tal como lo hicieron con
la oveja Dolly. Al método utilizado se le llama
transferencia nuclear de células somáticas, lo
que da como resultado la creación de un nuevo
organismo por medio de fusión, en vez de
fertilización. El resultado de una transferencia
nuclear de células somáticas exitosa en animales,
es la creación de un miembro individual de la
especie que contiene el complemento total del
material genético, y este mismo resultado se
obtiene por medio de la fertilización. Tal como
Dolly es ciento por ciento oveja, así también
los embriones humanos clonados serían ciento por
ciento humanos.
¿QUÉ SUCEDE EN EL PROCESO DE CLONACIÓN CONOCIDO
COMO TRANSFERENCIA NUCLEAR DE CÉLULAS SOMÁTICAS?
La transferencia nuclear de células somáticas
consiste en remover el núcleo de un óvulo que no
ha sido fertilizado y reemplazarlo con el núcleo
de una célula somática del donante que va a ser
clonado. Una célula somática, como una célula de
la piel o un glóbulo blanco, contiene el ADN o
código genético del donante. Posteriormente, en
vez de que ocurra la fertilización, se aplica
una pequeña vibración eléctrica para estimular a
la célula a que comience el proceso de división.
El resultado es un nuevo individuo clonado que
empieza el mismo proceso de desarrollo humano
por el que todos pasamos.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE LA CLONACIÓN
“REPRODUCTIVA” Y LA CLONACIÓN “TERAPÉUTICA”?
Toda clonación humana es reproductiva, pues ésta
implica la creación de la vida humana. Tanto la
clonación “reproductiva” como la “terapéutica”
requiere la transferencia nuclear de células
somáticas para duplicar el material genético del
donante. La diferencia entre la clonación
“reproductiva” y la “terapéutica” tiene que ver
con el objetivo de la acción y no con el método,
planteándose la pregunta: “¿Qué es lo que usted
se propone hacer con el clon?” Una vez que el
embrión humano ha sido clonado, éste se puede
implantar en la matriz de una mujer con el
propósito de que a los nueve meses se dé a luz a
un infante (clonación reproductiva) o se permita
que se desarrolle por varias semanas, y luego se
destruya para obtener sus células madres con el
propósito de investigarlas (clonación
terapéutica).
¿POR QUÉ ALGUNAS PERSONAS APOYAN A LA CLONACIÓN
“TERAPÉUTICA” Y SE OPONEN A LA PROHIBICIÓN TOTAL
DE LA CLONACIÓN?
Se especula que las células madres embrionarias
pueden ser una fuente prometedora para curar una
variedad de enfermedades humanas. Algunos
científicos quieren expandir la investigación de
células madres embrionarias usando el material
genético de algún paciente para clonar un
embrión humano, el cual sería destruido para
obtener sus células madres. Estas células serían
utilizadas para crear terapias personalizadas
que el cuerpo del paciente no rechazaría. Hasta
la fecha, los científicos que están tratando de
clonar embriones con el propósito de obtener
células madres para investigación, no han podido
desarrollar un modelo animal o humano que
confirme su teoría. Otros investigadores
manifiestan que es innecesario el hacer
clonaciones sólo para estudiar las células
madres embrionarias. Ellos señalan que existe
otro tipo de medicina inmunosupresora más
efectiva para evitar el rechazo de un
trasplante, y señalan que se ha comprobado la
existencia de un registro que contiene
información sobre fuentes alternativas, por
medio de las cuales se pueden obtener células
madres, de médula ósea y de la sangre del cordón
umbilical, que pueden proporcionar a los
pacientes verdaderas terapias médicas.
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN SOBRE LA INVESTIGACIÓN
UTILIZANDO ESTAS FUENTES ALTERNATIVAS PARA
OBTENER CÉLULAS MADRES?
Un flujo continúo de investigaciones publicadas,
muestran que hay grandes esperanzas en el área
de fuentes por medio de las cuales se pueden
obtener lo que se llama células “adultas” o no
embrionarias. Las terapias que utilizan fuentes
tales como la médula ósea, la sangre del cordón
umbilical y el páncreas, para obtener células
madres, ya han tratado con éxito a los pacientes
que tienen enfermedades tales como diabetes,
problemas cardiacos, y esclerosis múltiple.
Estos beneficios terapéuticos para los pacientes
demuestran que el uso de células madres adultas,
sobrepasa cualquier investigación animal que se
esté llevando acabo en la actualidad y que
utiliza células madres embrionarias. Uno de los
ejemplos incluye la investigación hecha sobre la
enfermedad de Parkinson. Un estudio reciente,
publicado en los Estados Unidos, informó acerca
del éxito logrado al utilizar células madres
embrionarias obtenidas de ratones, como
tratamiento para algunos de los síntomas
presentados por ratas que tenían la enfermedad
de Parkinson. Aunque esto suena prometedor,
palidece al compararlo con la investigación
hecha sobre la enfermedad de Parkinson
utilizando células madres adultas. Por ejemplo,
en abril de 2002, un médico de Los Ángeles
reportó haber tratado de forma eficaz a un
paciente que tenía la enfermedad de Parkinson,
utilizando las células madres de la neurona del
mismo paciente.
¿POR QUÉ SU ORGANIZACIÓN APOYA LA PROHIBICIÓN DE
LA CLONACIÓN “TERAPÉUTICA”?
La gran cantidad de evidencia que existe del
aparente poder sanador de las células madres
adultas, hace que la investigación utilizando
células madres embrionarias sea innecesaria.
Además, son asombrosas las implicaciones morales
que se acarrean al crear embriones humanos con
el propósito de destruirlos para obtener células
madres. Nunca es moral o éticamente aceptable
matar a un ser humano para probablemente salvar
a otro. Un embrión clonado genéticamente es un
gemelo idéntico del donante, excepto con edad
diferente, y por lo tanto es totalmente humano.
Los embriones humanos merecen la misma
protección que los humanos reciben durante otras
etapas de desarrollo. Cada vida humana comienza
como un embrión, y es de esperarse que crezca a
partir de entonces hacia otras etapas de la
vida: feto, infante, niño pequeño, etcétera. El
tamaño o el lugar no determinan la naturaleza
humana.
¿Y qué de aquellas personas que no ven a los
embriones humanos durante esta etapa temprana de
desarrollo, como personas que merecen
protección?
Este no es un asunto de ser una persona o no; es
un asunto de si la humanidad va a proteger a los
humanos más débiles que se encuentran entre
nosotros o si permitirá que los humanos jóvenes
sean utilizados como si fueran materia prima
para experimentos científicos.
Otra cosa a considerar es la indudable
posibilidad de que los científicos fracasen en
sus intentos por utilizar en sus
investigaciones, células madres embrionarias que
hayan sido clonadas. Actualmente, una definición
general de clonación “terapéutica”, tal como lo
propuesto en la política pública, incluye la
destrucción de embriones clonados dentro de los
primeros 14 días de su existencia. ¿Qué pasaría
si los científicos descubren que las células
madres de un feto de ocho semanas son más
prometedoras que las de un embrión de dos
semanas? Esta pregunta no es totalmente
especulativa: Recientemente, investigadores que
trabajan para la empresa Advanced Cell
Technology (Tecnología Avanzada de la Célula),
en los Estados Unidos, informaron haber
implantado embriones vacunos clonados en
matrices, permitiendo que los embriones
crecieran hasta las ocho semanas antes de ser
destruidos para obtener células madres más
desarrolladas. Los investigadores dicen que este
experimento tuvo éxito gracias a que las células
fetales estaban más maduras.
¿Cómo responde usted a las afirmaciones hechas
por algunas personas partidarias de la clonación
“terapéutica” que argumentan que los embriones
clonados son sólo “óvulos no fertilizados”,
deduciendo que es moralmente aceptable
destruirlos para obtener células madres
embrionarias?
“Óvulos no fertilizados” es un nombre
equivocado. Los partidarios de la clonación
“terapéutica” están tratando de correlacionar
con los óvulos no fertilizados los productos de
la clonación por la transferencia nuclear de
células somáticas. Técnicamente, es correcto
decir que los óvulos formados por este método no
han sido fertilizados con esperma pero ése es el
propósito de la clonación: pasar por alto la
reproducción sexual. Sin embargo, el resultado
de la transferencia nuclear de células somáticas
no es “óvulos” (antes de la fertilización o de
otra forma) sino embriones que contienen todo el
material genético necesario para convertirse en
un ser humano en desarrollo. Al utilizar el
término “óvulos no fertilizados”, los defensores
de la clonación para obtener células madres
embrionarias van en contra de su propio
argumento porque los óvulos antes de la
fertilización no son, ni tampoco contienen,
células madres; las células madres sólo existen
en los seres humanos que están completos
genéticamente. El hecho de que el resultado
final de la clonación humana es un ser con
células madres valida la naturaleza humana del
embrión. Si los productos de la clonación fueran
equivalentes al óvulo antes de la fertilización,
no habría células madres que recolectar, y de
esta forma tampoco habría ningún provecho
potencial para la investigación.
Los defensores de la clonación “terapéutica”
también dicen que los productos de la clonación
humana no son capaces de convertirse en seres
humanos. ¿Cuál sería su respuesta? Si esto fuera
verdad, no habría necesidad de prohibir la
clonación “reproductiva”. La realidad es que la
transferencia nuclear de células somáticas crea
un embrión humano que si fuera implantado en una
matriz se desarrollaría en un feto y sería dado
a luz como cualquier recién nacido.
Al parecer hay apoyo universal por la
prohibición de clonación “reproductiva”,
entonces, ¿por qué no prohibir únicamente este
tipo de clonación?
Una prohibición de la clonación “reproductiva”
no prohíbe la clonación; ésta sólo prohíbe la
implantación del embrión humano clonado en la
matriz de una mujer (o en un útero artificial),
con el propósito de darlo a luz. Si se permite
la clonación “terapéutica” o la clonación para
la investigación de células madres embrionarias,
la tecnología desarrollada, debido a esto,
añadiría al conocimiento científico de aquellos
que quieren clonar con el propósito de dar a luz
a este clon. El reto tiene que ver con clonar al
embrión, no con implantarlo. Inevitablemente, un
embrión humano creado para la investigación de
células madres sería implantado en la matriz de
una mujer. La única forma de garantizar que esto
no suceda, es que cada nación, o que todas las
naciones juntas, prohíban toda forma de
clonación humana.
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