En defenza de la Reina-Valera
Parte 1
"Autorizada
su reproducción, fotocopia o difusión parcial
siempre y cuando sea para fines educativos y
formativos, y no mercantiles."
PRÓLOGO
Es
preocupante la problemática que existe en torno
a la actitud adoptada por las organizaciones
encargadas de promover las Sagradas Escrituras,
pues nos están llevando a unos tiempos de
confusión "Escritural," pues con tantas
versiones y corrientes liberales, muchos
creyentes no sabrán a quien creer, o en donde
fundamentar su fe cristiana, debido a la
desvirtuación que está sufriendo el texto
sagrado.
En la
actualidad las Sagradas Escrituras no se
promueven como una verdad fundamental al
servicio de las necesidades del ser humano, para
mostrarle el camino de la salvación por la senda
de la santidad, sino como un libro con el cual
se trata de hacer negocio, buscando formas
diversas para atraer a la gente a un mensaje
suavizado y lleno de una oferta barata, por lo
que se proliferan, no solo muchas versiones
bíblicas "descafeinadas" o "mutiladas," sino que
se le añaden notas y estudios adjunto al pie de
página que obedezcan los gustos de los
consumidores.
En el pasado,
cuando un grupo no deseaba aceptar cierta
doctrina o norma de la Biblia, lo que hacía era
omitirlo de sus enseñanzas, aunque en las
páginas de las Escrituras aparecía el texto en
mención. Hoy se fabrican las Biblias al gusto
del cliente. Por ejemplo; si una denominación
desea proclamar la "liberación femenina," lo que
hay que hacer es eliminar los textos que
contradicen esta corriente, y añadir una nota
que diga "no están en los originales antiguos,"
y ¿quién se va a poner a buscar en los
manuscritos antiguos? Entonces aparece la
versión femenina de la Biblia.
Estamos
descubriendo, de forma clara y palpable, como
los grupos "liberales" desean socavar las
doctrinas fundamentales de la Palabra, y
producir una Biblia a la medida de todas las
creencias, por lo que se está llevando a cabo
una conspiración contra la antigua versión de
Reina-Valera.
REFERENCIAS
En este libro
encontrará algunas claves para simplificar
ciertas palabras claves que se repetirán mucho y
abreviándolas ahorramos espacios.
A.C..
Antes de Cristo
D.C...
Después de Cristo
A.T.
Antiguo Testamento
N.T. Nuevo
Testamento
RVR. Reina
Valera 1960
RV. Reina
Valera 1909
RVA. Reina
Valera Actualizada
VP.
Versión Popular Dios Habla Hoy.
SBU.
Sociedad Bíblica Unida
S.B.
Sociedades Bíblicas
S.B.A.
Sociedades Bíblicas Americana
S. Siglo
TS. Textus
Receptus
PRIMERA PARTE
CONTENIDO
_____________________________
REINA-VALERA: Es digna de crédito
Los
manuscritos
Evolución
del lenguaje
Wellhausen
entra en escena
La
credibilidad de la RV
LOS LIBROS
APÓCRIFOS
¿Treinta y
nueve o cuarenta y seis libros? Reconocimiento
implícito
Naturaleza
de los libros apócrifos
Proceso
Histórico
Versión
Griega
Eslabón
ecuménico
Punto y
Aparte
REINA-VALERA: ES DIGNA DE CONFIANZA
La primera
edición de la Biblia traducida por Casiodoro de
Reina se publicó en el 1569. Después Cipriano de
Valera revisó en el 1602 la traducción de Reina,
y desde entonces se conoce este trabajo como la
versión "Reina-Valera." Marcelino Menéndez y
Pelayo, el más grande critico literario que ha
producido España en toda su historia ha rendido
tributo de reconocimiento y admiración a la
versión Reina-Valera.
Desde que vio
la luz, en 1569, hasta el presente, mas de 400
años, puede afirmarse que la versión Reina es la
reina de las versiones. Su lenguaje no ha sido
igualado por ninguna otra versión en español. Y
su fidelidad a los textos originales no ha sido
superada.
Reina-Valera
es la versión que las Sociedades Bíblicas han
venido distribuyendo para el mundo de habla
castellana desde su fundación a principios del
siglo XIX. En l893 publicaron la llamada Versión
Moderna, traducida por H.B. Pratt, versión que
merece el calificativo de ortodoxa. Si el
propósito de las Sociedades Bíblicas era que la
versión de Pratt tomase el lugar de la
Reina-Valera, fracasaron en tal deseo. El pueblo
de habla hispana en todo el mundo continuó
mostrando su preferencia por la Reina-Valera, y
ya no se publican la Versión Moderna.
Tenemos la
firme convicción de que estamos en los tiempos
del fin de la dispensación de la gracia, y que
la Venida del Señor está muy cerca. La apostasía
se está manifestando en todo el mundo y en todas
las esferas religiosas de todas las
denominaciones llamadas cristianas. Estamos en
presencia de dos tendencias, dos criterios, dos
esferas, dos bandos, dos líneas de batalla. En
una línea se sitúan los llamados "liberales" o
apóstatas que, de un modo consciente o
inconsciente, pretenden socavar los fundamentos
de nuestra fe en las Sagradas Escrituras. Dicen
que la Biblia tiene errores e interpolaciones.
Pretenden modificar el criterio que ha
prevalecido en la esfera de los hombres de fe
por espacio de 3,500 años. Afirman que la
mayoría de los libros del A.T. no fueron
escritos por los hombres cuyos nombres aparecen
encabezando los libros en cuestión. Ni tampoco
en las fechas que tradicionalmente se ha creído.
En la línea o
trinchera opuesta nos situamos los que creemos
en la inspiración de las Sagradas Escrituras.
Los que afirmamos que la Biblia no tiene
errores. Los que mantenemos el criterio de que
Moisés escribió los libros que llevan su nombre:
Génesis, Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio, y que el libro de Isaías lo
escribió Isaías, y el de Daniel, lo escribió
Daniel.
Con el correr
de los días se va acentuando la división en la
esfera del cristianismo entre "liberales" y
"conservadores," entre apóstatas y ortodoxos.
Los primeros, se aprestan para el ataque, los
segundos, para la defensa.
Si nuestra
percepción no nos engaña, estamos en presencia
de una especie de conspiración en contra de la
versión Reina-Valera. Parece que uno de los
objetivos del "liberalismo" religioso es la
eliminación de la mencionada versión que, por
ser palabra de Dios, constituye el bastión de
nuestra fe evangélica.
Reina-Valera
fue buena por espacio de 400 años; pero ahora,
de la noche a la mañana, los "liberales" dicen
que se ha vuelto mala, indigna de confianza, y
que debe ser sustituida por otra versión de
factura "liberal" (Lo de factura "liberal" es
nuestra apreciación). Y pasaremos a analizar y
razonar algunos aspectos de la cuestión.
LOS
MANUSCRITOS
Gutenberg
inventó la imprenta en el año 1450. Hasta
entonces el que quería una Biblia, o parte de
ella, tenia que copiarla o pagar a quien se la
copiase. Los que escribieron los libros que
integran la Biblia fueron hombres inspirados por
el Espíritu Santo. Pero los que han sacado
copias manuscritas no tenían el don de la
inspiración divina y pudieron equivocarse; y se
da por sentado que algunos cometieron pequeños
errores.
El año 56 de
la era actual el apóstol Pablo escribió una
epístola a la iglesia evangélica de Roma.
Supongamos que al fundarse la iglesia evangélica
de Milán (Italia) mandasen a sacar copia de la
mencionada epístola de Pablo, y que el copista
cometiese un pequeño error; omitiendo o
cambiando una palabra. Si tal cosa ocurriese, de
allí en adelante todas las copias que se sacasen
de la primera copia de la iglesia de Milán,
llevarían el supuesto pequeño error.
En la
actualidad existen más de 4,000 manuscritos del
N.T. y no concuerdan todos ciento por ciento;
hay pequeñas diferencias debidas a omisiones y
cambios de palabras; pero esas diferencias no
afectan ninguna de las doctrinas del N.T. o de
la Biblia en general. Los manuscritos originales
no se han conservado.
DIFERENTES
VERSIONES O TRADUCCIONES
La palabra
versión, del verbo verter; significa traducir de
un idioma a otro. Dijimos que los copistas no
tenían el don de inspiración divina, y los
traductores tampoco tienen ese don.
En la
actualidad hay unas 8 o más versiones traducidas
por miembros de la Iglesia Católica. Una de
ellas, "Dios Habla Hoy" es traducida por
católicos y evangélicos. Y una traducida por
evangélicos: Reina-Valera. Además hay otras
versiones de la traducción del Nuevo Testamento.
En lo que se
refiere a las palabras, no hay dos versiones que
sean exactamente iguales. Los libros del A.T.
fueron escritos en hebreo. El lenguaje original
del A.T. tiene, como promedio, una antigüedad de
3,000 años. Los traductores se encuentran a
veces con palabras hebreas cuyo verdadero
significado resulta difícil de captar o
discernir.
En la lengua
castellana hay diccionarios de sinónimos o
palabras que tienen el mismo parecido o
significado. Por ejemplo: Las palabras maquinar,
conspirar, intrigar, urdir y tramar entran en la
clasificación de sinónimos; y el traductor puede
emplear la que estime más adecuada. Otro
ejemplo: Las palabras aborrecimiento, aversión,
odio, saña, desprecio, rencor e maquinar son
sinónimos. Y esto sucede con muchas palabras de
la lengua castellana.
En Isaías
41:10, la versión Reina-Valera dice ."..yo soy
tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré,
siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia." Si yo pudiera hacer una versión de la
Biblia, en lugar de las palabras "ESFUERZO" y
"SUSTENTARÉ," PONDRÍA: Te doy FUERZA, y te
SOSTENDRÉ. Los traductores no usan las mismas
palabras o vocabulario, pero el sentido del
mensaje bíblico es, generalmente, el mismo
siempre que el traductor vierta con fidelidad el
sentido del texto original. Hay versiones
católicas que son dignas de confianza, [Nota de
Calvin George: creo que se refiere a la Biblias
Católicas antes del Concilio de Trento, en 1545]
pero en los últimos años han surgido dos
versiones que son muy perniciosas y de ellas
vamos a reflexionar.
En el 1972 se
publicó la llamada "Biblia Latinoamericana."
Esta versión fiel traducida por sacerdotes
católicos sudamericanos que simpatizaban con
Carlos Marx, y trataron de que la Biblia ayudara
a los movimientos marxistas. En el 1979 surgió a
la luz la versión "Dios Habla Hoy" (VP). Para la
traducción de esta versión se asociaron el
Vaticano y la Sociedad Bíblica Americana. Los
traductores -católicos y evangélicos- se tomaron
la libertad de sustituir y cambiar a medida de
su "liberal" deseo muchos textos. Atribuyen al
agua del bautismo virtud regeneradora.
Eliminaron del A.T. la palabra Satán, que
aparece en el texto original 18 veces. La
divinidad de Cristo sale muy mal parada en esta
versión. En lugar de presentarlo como hijo de
una virgen, lo presentan como hijo de una joven.
Donde el profeta Miqueas habla de la eternidad
de Cristo, esta versión dice que desciende de
una antigua familia, y en donde el original
griego afirma que Dios fue manifestado en carne,
esta versión dice que Cristo se manifestó en su
condición de hombre. Y en donde San Pablo
presenta a Cristo como igual a Dios, la versión
a que nos referimos dice que Cristo, aunque
divino, no insistió en ser igual a Dios.
EVOLUCIÓN
DEL LENGUAJE
El castellano
que hablaban Casiodoro de Reina y Cipriano de
Valera ha experimentado un cambio muy grande. El
lenguaje de la versión Reina-Valera fue revisado
en 1862, 1909 y 1960. En el 1909 se cambiaron
60,000 palabras por sinónimos más comunes. En el
1960 se introdujeron alrededor de 10,000 cambios
de vocabulario para poner el lenguaje al día.
Por ejemplo
en la versión del 1909 la palabra "caridad"
significaba amor, pero ahora la misma palabra se
aplica a una persona caritativa, que da limosna
a los necesitados, por lo tanto, se ha
sustituido la palabra "caridad" por la palabra
"amor." En Colosenses 3:5 decía: "Amortiguad,
pues, vuestros miembros..." y ahora dice "Haced
morir pues lo terrenal en vosotros." La palabra
"amortiguad" no significa hoy lo que significaba
hace cien años. El nombre Fares, que aparece en
Mateo 1:3, antes se escribía Phares. En nuestra
opinión la palabra o término justicia, que
aparece muchas veces en las epístolas de Pablo,
no tiene hoy el mismo significado que tenía
cuando se escribieron los libros del N.T. En la
actualidad, el Diccionario define la palabra
"justicia" como "virtud que nos hace dar a cada
uno lo que le corresponde." Hablamos de los
tribunales de justicia, en los que se supone que
los jueces traten con justicia a los acusados,
absolviendo a unos y condenando a otros. En
Mateo 5:20 Jesucristo menciona el término
justicia como sinónimo de conducta. Pablo en
Filipenses 3:9, lo menciona como sinónimo de
mérito personal, y en la Epístola a los Romanos,
el término JUSTICIA DE DIOS tiene una
connotación de gracia, es Justicia que
justifica, que salva.
En 2 Pedro
1:20, dice nuestra versión Reina-Valera:
"Ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada." El traductor Pablo
Besson traduce del siguiente modo: "Ninguna
profecía de la Escritura viene de propia
resolución." A la luz del versículo 21 podemos
afirmar que Pedro no se refiere a la
interpretación de la profecía, sino al origen de
la misma. La profecía no se ha originado en la
mente o discernimiento de los hombres, sino en
la inspiración reveladora que les concedió el
Espíritu Santo. ¿Por qué mencionamos este
aspecto? Para poner de manifiesto que a causa de
la evolución del lenguaje, a veces resulta
difícil captar el verdadero sentido de algunas
palabras que escribieron los Apóstoles o los
Profetas.
WELLHAUSEN
ENTRA EN ESCENA
En el año
1844 nació en Hameln, Alemania, Julio
Wellhausen, que murió en la ciudad de Gottinga
en el 1918. Wellhausen se inició en la vida
pública como profesor de teología, pero renunció
a ello porque no creía lo que se suponía que
debía enseñar.
Como
Voltaire, Wellhausen puso su talento natural al
servicio de una mala causa. Excluía toda
intervención sobrenatural o divina en la
historia de la humanidad. No creía en Dios, ni
en milagros. Con tenacidad, digna de mejor
causa, dedicó muchos años de su vida al estudio
de los libros del A.T. Elaboró la teoría de que
la mayoría de los mencionados libros recibieron
la forma actual después del retomo de la
cautividad en Babilonia en el año 536 antes de
Cristo.
Según
Wellhausen, el Pentateuco constituye una
recopilación de libros previos que él inventó, y
que denomina:
1) Fuente
Jehovista: 2) Fuente Elohísta, y 3) Fuente
Sacerdotal.
En su opinión
Moisés no escribió ninguno de los libros que
llevan su nombre. Ni Isaías, ni Daniel
escribieron los libros que llevan su nombre. No
nos asombra que un ateo elimine a Dios del
panorama de la historia religiosa del mundo, ni
el que invente una teoría acerca del origen de
los libros que integran el A.T. Lo que nos
asombra es que un ateo se haya convertido en
maestro y orientador de muchos "cristianos,"
tanto evangélicos como católicos. Sí, nos
sorprende el que muchos que dicen creer en Dios,
se pleguen a las teorías de un ateo. Las teorías
de Wellhausen se enseñan en la actualidad en
muchos seminarios.
Los Judíos
piadosos siempre han creído que los libros del
A.T. fueron escritos por Moisés y los profetas.
Los cristianos convertidos y respetuosos de Dios
siempre hemos creído, y creemos, en la
inspiración de las Sagradas Escrituras, y en que
éstas fueron escritas por los hombres cuyos
nombres aparecen en el encabezamiento de los
mencionados libros. Y que se escribieron en las
fechas que tradicionalmente se ha aceptado. Pero
en la actualidad son muchos los que en las
esferas intelectuales del cristianismo se plegan
a las enseñanzas del ateo Wellhausen. Pero estos
"cristianos" "liberales" o apóstatas parece que
no significa nada el que Jesucristo haya dicho
que Moisés escribió los llamados libros de la
ley.
LAS
FUENTES DE LA VERSIÓN REINA-VALERA
La primera
versión o traducción de los libros del A.T. a
otra lengua tuvo lugar alrededor de 250 A.C.. el
rey Tolomeo II Filadelfo, gran amante de las
letras, mandó a traducir, para su biblioteca
privada de Alejandría, los libros religiosos de
los hebreos. La traducción se hizo del hebreo al
griego. Pero además de los 39 libros que
componen el A.T. hebreo, tradujeron otros 15
libros que no habían sido escritos bajo
inspiración divina. Aquella traducción vino a
llamarse la Versión Griega o Septuaginta.
En el primer
siglo de la era cristiana existía el A.T. hebreo
compuesto de 39 libros. El A.T. en griego se
componía de 54 libros (a los 39 habían agregado
15 libros apócrifos). Y los samaritanos tenían
un Pentateuco que no coincidía con el de
Jerusalén. Tal situación preocupó a los escribas
piadosos y respetuosos de las Sagradas
Escrituras, y decidieron tomar medidas para la
preservación del texto original del A.T. y
acordaron adoptar un texto, un manuscrito, fijo,
normativo y autorizado de los libros del A.T.
Aquel
manuscrito de todo el A.T. vino a llamarse TEXTO
MASORÉTICO. Y los defensores o preservadores de
aquel manuscrito vinieron a llamársele
masoretas. Los masoretas asumieron la
responsabilidad de sacar copias de las Sagradas
Escrituras del A.T. y para evitar errores,
contaron las palabras de cada libro, y después
de copiar un libro, contaban las palabras de la
copia, para estar seguros de que no habían
omitido ni añadido palabra a la copia. Hasta el
día de hoy, el Texto Masorético se reconoce como
el más fidedigno y digno de confianza de todos
los manuscritos que existen del A.T.
Debemos
agradecerle a los masoretas su piadoso celo por
la preservación y pureza del texto original del
A.T. Casiodoro de Reina tradujo los libros del
A.T. del Texto Masorético, la cual es la fuente
más confiable que existe hasta el día de hoy.
En la
primavera del 1948 se descubrió un tesoro de
incalculable valor en relación a la Biblia. A
doce kilómetros al Sur de Jericó, en la costa
oeste del Mar Muerto, un pastor de cabras
encontró en una cueva una serie de rollos
manuscritos de casi todos los libros del A.T. En
total se encontraron, en varias cuevas, 330
manuscritos. Cuarenta en lengua aramea. Unos
cuantos en idioma griego y los restantes en
hebreo. La mayor parte fueron escritos en piel
(pergamino), y los otros en papiro. Se
encontraron allí:
14 copias
del libro de Deuteronomio.
12 copias
del libro de Isaías.
10 copias
del libro de los Salmos.
8 copias
del libro de Éxodo
7 copias
de los Profetas Menores (que los hebreos
agrupaban en un libro)
6 copias
del libro de Génesis.
3 copias
del libro de Samuel.
3 copias
del libro de Jeremías.
3 copias
del libro de Daniel.
De los demás
libros del A.T. se encontraron una o dos copias.
Se acepta que los mencionados manuscritos fueron
colocados en los jarrones donde aparecieron
alrededor del 150 A.C.. Así que tienen más de
dos mil años. Una de las copias del libro de
Isaías se encontró intacta o completa. Otros
manuscritos se encuentran bastante deteriorados.
Este descubrimiento ha puesto de manifiesto la
fidelidad del Texto Masorético, así como la
versión Reina-Valera y los milenarios
manuscritos encontrados en las cuevas de Qumrán
verifican esta verdad, y esto imparte un alto
grado de confiabilidad a nuestra versión
Reina-Valera.
Y en cuanto
al N.T., Casiodoro de Reina lo tradujo de un
manuscrito conocido como "Texto Receptus,"
llamado también Texto Bizantino, que era
reconocido generalmente como el texto manuscrito
más fiel a los originales de los libros del N.T.
Pablo Besson,
misionero suizo muy documentado en esta materia,
afirma que el Texto Receptus sirvió de base para
traducir el N.T. de la versión llamada Peshitta.
Esta versión fue hecha alrededor del año 170 de
la era actual. Este dato envuelve extraordinaria
importancia en lo que se refiere a nuestra
confianza en la versión Reina-Valera. A la
versión Peshitta siguieron la Itala, la Vulgata
y otras, traducidas todas del Texto Receptus.
San Jerónimo tradujo la versión Vulgata, que
vino a ser la versión oficial de la Iglesia
Católica, entre los años 382 al 400 D.C...
QUIEREN
MINAR LA CREDIBILIDAD DE LA RV
Parece que a
los "liberales" les estorba la versión
Reina-Valera y quieren una versión distinta, una
versión "liberal" como ellos. Después de haber
contado por espacio de 400 años con el respeto y
la admiración de propios y extraños, nos vienen
ahora con que la Reina-Valera no es digna de
confianza, que le han agregado pasajes que no se
encuentran en los textos originales. Vamos a
demostrar que la acusación es falsa, injusta e
infame.
Encuentran el
primer motivo de acusación en Juan 5:34 y dicen
que la ultima parte del verso 3, y todo el 4, no
se encuentra en algunos manuscritos. He aquí el
párrafo que impugnan: "que esperaban el
movimiento del agua; porque un ángel del Señor
descendía de tiempo en tiempo al estanque, y
agitaba el agua; y el que primero descendía al
estanque después del movimiento del agua,
quedaba sano de cualquier enfermedad que
tuviese." Estas palabras aparecen en algunos
manuscritos, y no aparece en otros. Esto indica
que alguien eliminó este pasaje, o que alguien
lo añadió al texto original. ¿Por qué los
"liberales" afirman que el pasaje fue
interpolado y no admiten la posibilidad de que
fuese omitido? Porque lo primero conviene a su
plan de desacreditar la versión Reina-Valera:
Pero vamos a demostrar que las evidencias están
a favor de la autenticidad del pasaje en
cuestión.
La narración
aceptada por los "liberales" dice que Jesús se
acercó al estanque de Betesda, y encontró allí
una "multitud de enfermos, ciegos, cojos y
paralíticos." Todos admiten que estas palabras
son auténticas. ¿Por qué se congregaba aquella
multitud de enfermos en el estanque de Betesda?
La narración que aparece en el Evangelio de Juan
dice que se congregaban porque un ángel
descendía de tiempo en tiempo, y agitaba el
agua; y el que primero descendía al estanque...
quedaba sano de cualquier enfermedad. Si no es
verdad que el ángel descendía, y que tenía lugar
una manifestación sanadora, ¿por qué se
congregaban allí los enfermos? Que nos contesten
los impugnadores.
¿Qué resulta
más lógico y sensato, que hayan quitado o que
hayan añadido? Teniendo en cuenta que este
relato no se repite en ninguna otra parte de la
Biblia, creemos que a nadie se le hubiera
ocurrido inventar que un ángel descendía de
tiempo en tiempo al estanque En cambio nos
parece razonable que alguien, que no creía en la
veracidad del fenómeno expuesto, lo haya
eliminado al copiar un manuscrito para uso
personal.
Los críticos
"liberales" aceptan que las palabras del
versículo 7 forman parte del texto original,
pues bien, las palabras de este versículo
confirman la veracidad del versículo 4. Jesús
preguntó a un paralítico si quería ser sano, y
él contestó (verso 7) "Señor...no tengo quien me
meta en el estanque cuando se agita el agua; y
entretanto que voy, otro desciende antes que
yo." Estas palabras dan por sentado que el
versículo cuatro es veraz. Así que si quieren
eliminar el verso 4, tendrán que eliminar
también el 7, y este versículo aparece en todos
los manuscritos.
Otra
evidencia a favor de la autenticidad del pasaje
en cuestión es que en la versión Pishitta,
traducida en el segundo siglo de la era actual,
en la versión Itala y en la Vulgata, aparecen
las palabras que los críticos impugnan ahora. Y
en los manuscritos en que no aparecen son los de
fecha posterior a las tres versiones
mencionadas. Irineo, que nació en el año 130 de
la era actual citó el pasaje de Juan 5:1-11 tal
como aparece ahora en la versión Reina-Valera, y
también citaron ese pasaje Tertuliano, que nació
en el año 170 D.C... y Juan Crisóstomo, que
nació en el 345 D.C... y Cirílo de Alejandría
que nació en el 412 D.C... Los que tuvieron en
sus manos el Evangelio de Juan en los siglos II,
III y IV confirmaron la autenticidad del pasaje
que venimos considerando, y esto demuestra que
las palabras de los versículos 3 y 4 de Juan no
fueron interpoladas, sino eliminadas por uno o
más copistas en siglos posteriores.
Los críticos
"liberales" impugnan ahora el siguiente pasaje:
Juan 7:53 a 8:11. El pasaje que trata de la
mujer adúltera. La versión católica de
Nácar-Colunga tiene una nota que dice: "Este
pasaje se halla omitido en bastantes códices" y
agrega después: "Esto no significa que no sea
auténtico e inspirado, sino que lo omitieron por
temor de que diera ocasión para abusar de la
indulgencia del Salvador en favor de los
adúlteros." Podemos estar bien seguro de que el
citado pasaje forma parte del texto original. La
narración tiene que ser auténtica porque revela
una sabiduría sobrenatural. Ningún ser humano
hubiera inventado una salida como la que Jesús
dio a la trampa que le tendieron los escribas y
fariseos.
Tengamos
presente que el que sacaba una copia para su uso
personal estaba en libertad de omitir del texto
original lo que le viniese en gana.
Hace algunos
años encontramos en una librería de segunda mano
una Biblia que parecía estar en buenas
condiciones de conservación. Cuando la hojeamos
descubrimos que le faltaba el libro de
Apocalipsis. Alguien, con mucha curiosidad,
había cortado las hojas una a una. No quería de
seguro el mencionado libro en su Biblia. Conozco
a un pastor que dijo: "Si yo pudiera eliminar de
la Biblia la historia de Rahab la ramera, lo
haría. Me molesta encontrar en la Biblia esa
narración." Si ese pastor hubiera vivido en los
tiempos cuando las Biblias se copiaban a mano,
le hubiera sido fácil dejar fuera la narración
que trata de Rahab. Y hay bastante semejanza
entre la narración de la mujer adúltera y la
historia de Rahab.
Pasemos ahora
a considerar el último pasaje de los muchos que
impugnan los críticos de la Reina-Valera, que es
1 Juan 5:7-8. De este pasaje faltan, en algunos
manuscritos, las siguientes palabras: ."..en el
cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo,
y estos tres son uno. Y tres son los que dan
testimonio en la tierra..." Creemos que
únicamente una persona o grupo de personas
movido o movidos por una cuestión doctrinal
podrían dejar fuera la mitad del versículo 7 y
la mitad del 8.
En la Vulgata
Latina aparece una nota relacionada con las
palabras que faltan en algunos manuscritos, y
dice que en los escritos de los llamados Padres
de la Iglesia aparecen los versos 7 y 8 tal como
están en la Vulgata y en la Reina-Valera. La
mencionada nota atribuye la omisión que se
encuentra en algunos manuscritos a los arrianos,
que prevalecieron por espacio de cien años,
desde fines del siglo III y la mayor parte del
siglo IV. Los arrianos no creían en la Trinidad,
y como 1 de Juan 5:7 menciona al Padre, el Verbo
y al Espíritu Santo (formando una unidad: Unidad
de naturaleza, la Divinidad), este pasaje
estorbaba a los arrianos (discípulos y
seguidores de Arrio) y resulta lógico que lo
hayan dejado fuera del manuscrito.
Las palabras
relacionadas con la Trinidad (1 Juan 5:7) que
los críticos impugnan ahora, estaban en el N.T.
en el año 170 D.C... cuando tradujeron el
siriaco Pishitta. Esas palabras estaban en el
manuscrito del N.T. que San Jerónimo tuvo en sus
manos cuando tradujo la versión Vulgata, allá
por el año 390 C. Los manuscritos en que no
aparecen son los posteriores a esta época, y
esto demuestra que el Apóstol Juan escribió las
palabras en cuestión, y que alguien las dejó
fuera porque así convenía a los que enseñaban lo
contrario.
Los críticos
"liberales" o "modernistas" martillan
constantemente que los manuscritos en los que
aparecen los pasajes que ellos impugnan son
superiores a los manuscritos que están de
acuerdo con la versión Reina-Valera. Esta
clasificación de los manuscritos en "buenos" y
"malos," o superiores e inferiores nos parece
intencionada y sin fundamento.
Puede ser que
un material sea superior (pergamino) y otro
material inferior (papiro), pero si el
manuscrito contiene el N.T. completo ¿por qué no
ha de ser bueno? Para los "liberales" los buenos
son los que convienen a sus propósitos. Los que
están de acuerdo con la versión Reina-Valera son
malos, son inferiores.
En lo que a
su contenido se refiere, el TEXTO RECEPTUS, del
que tradujo Casiodoro de Reina, sirvió de base
para la traducción Pishitta, (170 D.C...) y a la
luz de esta realidad histórica se puede afirmar
que el TEXTO RECEPTUS es el más antiguo de que
se tiene conocimiento. El hecho de que todos los
pasajes que le impugnan a la Reina-Valera forman
parte de la Vulgata desde el año 400, constituye
otra evidencia digna de tomarse en cuenta.
¿Qué
pretenden los que insisten en que Reina-Valera
no es digna de confianza porque contiene, según
ellos, pasajes espurios o añadidos? Sí, señores,
¿qué pretenden? Pretenden socavar la confianza
en nuestra versión. ¿A quién sirven los que se
empeñan en destruir la credibilidad y la
confianza en la versión que ha circulado en los
pueblos de habla castellana en los últimos 200
años? Estamos seguros de que no sirven a Dios.
Supongamos que un cristiano recién convertido
escuche a uno de esos críticos; ¿qué pensará de
la Biblia? ¿Qué resuelve el machacar que la
versión Reina-Valera tiene interpolaciones y
errores?
Lamentablemente, la primer línea de ataque
contra la Reina-Valera parte de donde menos se
podía esperar: La Sociedad Bíblica Americana.
Esta Sociedad, aliada hoy al Vaticano, publicó
en 1979 la versión "DIOS HABLA HOY" que es una
versión ecuménica de fondo y perfil "liberal."
Ellos esperaban que esta versión tomase el lugar
de la Reina-Valera; pero no ha sucedido así. La
propia Sociedad Bíblica confiesa que de los
primeros seis millones de ejemplares del N.T. en
Versión Popular o ecuménica, el 85% los ha
vendido o regalado a la Iglesia Católica. El
Sector evangélico solamente absorbió el 15%.
¿Qué quiere decir esto? Que el pueblo evangélico
rechaza la Versión Popular, y continua mostrando
su preferencia por la versión Reina-Valera.
Desde el año
1955 al 1960 la Sociedad Bíblica Americana
planeó y dirigió una revisión de Reina-Valera
con el propósito de poner el lenguaje o
vocabulario al día, y en armonía con la Real
Academia. El vocabulario o significado de las
palabras no ha experimentado cambio en los
últimos 20 años, en cambio la Sociedad Bíblica
Americana sí ha cambiado de criterio, de planes
y de propósitos. Lo que en 1960 era bueno, ahora
ya no es bueno, pues está sometiendo la
Reina-Valera a una nueva revisión. Tenemos
suficiente indicios para sospechar que nos van a
venir con una versión Reina-Valera que no vamos
a conocer. Una revisión fundida en el molde de
"DIOS HABLA HOY."
¿Qué
pensaríamos de un pintor aficionado que se
atreviese a meter sus pinceles en los cuadros de
Goya y de Velázquez, transformándolo o
encuadrándolos en el molde de su propio criterio
o imaginación?
El que quiera
pintar un cuadro que lo pinte como se le antoje;
pero no debe pretender modificar a trasformar
los cuadros de otros pintores. Si quieren hacer
otras versiones que lo hagan; pero deben
respetar lo que otros han hecho. Introducir un
cambio radical en la Reina-Valera sería injusto,
inmoral e infame. Ya tienen una versión popular,
liberal y ecuménica. ¿No les es suficiente? La
inmensa mayoría de los cristianos de habla
hispana queremos la versión Reina-Valera tal
como está ahora. Déjenosla así.
El
descubrimiento de los rollos del Mar Muerto ha
puesto de manifiesto que el A.T. de nuestra
versión es hoy tal como era cuando Jesús de
Nazaret la leía y explicaba. Y el N.T. de la
versión Reina-Valera es hoy como era en el siglo
II, cuando produjeron la versión Pishitta.
Tenemos la
firme convicción de que la mano providencial de
Dios se ha manifestado a través de los siglos
preservando las Sagradas Escrituras, y que el
mensaje de Dios a la humanidad se ha mantenido
puro, a pesar de las imperfecciones humanas.
Podemos confiar plenamente en la versión
Reina-Valera. El mensaje de Dios permanece aquí
sin omisiones ni añadiduras.
No permitas,
estimado lector, que los ataques del
"liberalismo" apóstata socaven el fundamento de
tu confianza en la versión Reina-Valera que es,
hasta ahora, la mejor de todas las versiones.
LOS LIBROS
APÓCRIFOS
Las
Sociedades Bíblicas publican, para América
Latina, una revista que lleva por titulo "LA
BIBLIA." En las páginas 35 a la 37 del número
correspondiente a Octubre-Diciembre del 1978
apareció un artículo, escrito por el doctor
Gonzalo Báez-Camargo titulado: "Las Sociedades
Bíblicas y los Libros Deuterocanónicos."
Evidentemente
el propósito de este artículo es tratar de
justificar la inclusión de los llamados libros
apócrifos en una nueva versión de la Biblia
publicada por las mencionadas Sociedades, y
preparar el ambiente para que le otorguemos una
calurosa bienvenida.
En la página
38 de la citada revista viene un diagrama en el
que aparece, en el siguiente orden de tiempo y
mérito, quince versiones de la Biblia en lengua
Castellana:
l. Dios
habla hoy 1978
2. Nueva
Biblia Española 1976
3. Biblia
para Latinoamérica 1971
4. Biblia
de Jerusalén 1967
5. Biblia
de Herder 1964
6. Biblia
Bover-Cantera 1947
7. Biblia
Straubinger 1944
8. Biblia
Nácar-Colunga 1944
9. Versión
Moderna H.B. Pratt 1893
10. Biblia
de Torres Amat 1825
11. Biblia
de Felipe Scio 1793
12. Biblia
del Oso, Casiodoro de Reina 1569
13. Biblia de
Ferrara 1553
14. Biblia
del Duque de Alba 1430
15. Biblia
Alfonsina 1280
La número uno
es la nueva versión de las Sociedades Bíblicas
traducida de los originales hebreos y griego, y
con los Libros Apócrifos llamada Versión Popular
(VP). Las correspondientes a los números dos al
ocho son versiones católico romanas, traducidas
de las lenguas originales, y con los libros
apócrifos. Las versiones correspondientes a los
números diez al quince, dice la mencionada
revista que son traducciones de la Vulgata
Latina. Como vemos, incluye en esta
clasificación a la versión Reina-Valera.
Cuando leímos
lo que dejamos expuesto experimentamos, un
sentimiento de indignación. Hasta ahora las
autoridades de la Iglesia Católica, [¿?¡!] y del
campo evangélico, han reconocido y proclamado
que la versión de Casiodoro de Reina procede de
los textos originales, y ahora nos vienen las
Sociedades Bíblicas desmintiendo lo que ha sido
un criterio general de evangélicos y católicos.
¿A qué se debe esta actitud? A que las
Sociedades Bíblicas quieren restar méritos a la
versión que han venido publicando por espacio de
120 años, para situar en el primer pedestal a la
nueva versión con los libros apócrifos.
Lo que a
continuación vamos a exponer ha sido motivado
por lo que dejamos expuesto.
¿TREINTA Y
NUEVE O CUARENTA Y SEIS LIBROS?
En lo que se
refiere al N.T. no hay diferencias entre
versiones católicas y evangélicas, pero en el
A.T. sí hay diferencia. Hasta ahora el A.T. en
la versión evangélica se componía de 39 libros.
El A.T. de las versiones católicas se componía
de 46 libros; y varios capítulos añadidos a los
libros de Ester y Daniel. Los siete libros
añadidos son Tobías, Judit, Sabiduría,
Eclesiástico, Baruc, Primero de Macabeos y
Segundo de Macabeos.
¿Por qué se
les llama apócrifos? El primero en calificarlos
de apócrifos fue San Jerónimo, traductor de la
Vulgata Latina. Dice un autor católico que el
"nombre apócrifos se aplica entre los católicos
a escritos de carácter religioso no incluidos en
el canon de la Escritura que, si bien no son
inspirados, pretendieron tener origen divino o
fueron algún tiempo considerados como
sagrados." La palabra "apócrifo" viene a ser
sinónimo de falso. Los evangélicos nunca hemos
aceptado los Libros Apócrifos como inspirados
por Dios.
LOS LIBROS
APÓCRIFOS NUNCA ESTUVIERON EN EL CANON
Los libros
inspirados que componen el A.T. fueron escritos
en hebreo, por profetas hebreos y dirigidos al
pueblo hebreo. El apóstol afirma, bajo
inspiración divina, que la ley de Dios fue
promulgada para el pueblo israelita (Romanos
9:4). Y que Dios encomendó al mencionado pueblo
el cuidado o preservación de las Sagradas
Escrituras (Romanos 3:1-2). Dice el autor
católico M. Chasles lo siguiente: "Para el
pueblo judío fue escrito primeramente el A.T. El
lo recibió y depositó. Las Escrituras nos han
sido trasmitidas por Israel, y con ese espíritu
escrupuloso que ha asegurado la conservación de
las costumbres hebreas." La confesión o
declaración de este autor católico es de capital
importancia en relación con el tema que estamos
considerando.
Los llamados
Libros Apócrifos no fueron escritos en hebreo,
ni por profetas hebreos inspirados por Dios.
Nunca formaron parte del A.T. hebreo. Cuando los
mencionados libros entraron a formar parte de la
versión griega de la Biblia, los israelitas
convocaron un concilio que se reunió en Jamnia,
con el propósito de considerar la naturaleza de
los libros agregados a la versión griega. Para
determinar si un libro es o no inspirado, aquel
Concilio estableció las bases siguientes:
a) El
libro debe estar de acuerdo con la ley de
Moisés.
b) Debe
haberse originado en Palestina.
c) Debe
haber sido escrito en hebreo.
d) Debe
haberse escrito antes de la muerte de Esdras.
Como los
mencionados libros no llenaban los requisitos
establecidos por el Concilio, éste determinó que
no tenían derecho a formar parte del conjunto de
libros inspirados por Dios. Los hebreos siempre
han creído que fue Esdras quien fijó, bajo
inspiración divina, el canon o catálogo de los
libros inspirados del A.T. y, en términos
generales, se puede decir que los libros
apócrifos fueron escritos entre el año 150 A.C..
y el año l00 D.C.... Por lo menos dos siglos
después de la muerte de Esdras.
El autor
católico M. Chasles [en
su libro "Qué es la Biblia" página 27 y 29]
dice: "Siete libros del A.T.
(católico) no fueron admitidos en el número de
las Escrituras por los doctores de la ley en
Jerusalén. En la época de Jesucristo, y de los
Apóstoles, Jerusalén tenia su Biblia hebrea,
treinta y nueve libros. Los traductores de la
versión griega "tradujeron del hebreo los 39
libros que componen la Biblia hebrea de
Jerusalén, y luego agregaron otros siete libros
de los que sólo tenían el original griego." Esta
sincera, franca y veraz declaración de un
católico a los libros apócrifos los sitúa fuera
del catálogo de los libros inspirados y
determinan que fueron "agregados" por quienes no
tenían autoridad para agregarlo.
RECONOCIMIENTO IMPLÍCITO
El Vaticano
reconoce tácitamente que los libros apócrifos no
fueron escritos bajo inspiración divina. A los
39 libros que integran el canon o catálogo
hebreo, la Iglesia Católica Romana les da el
calificativo de protocanónicos, y a los siete
libros llamados apócrifos les da el calificativo
de deuterocanónicos.
Generalmente,
a los libros inspirados se les da el
calificativo de canónicos (que integran el canon
de Escrituras Sagradas). La Iglesia Romana ha
creado los términos "protocanónicos" y
"deuterocanónicos" para distinguir o separar los
libros del canon hebreo, de los que no forman
parte de este canon o catálogo. El prefijo
"proto" se usa para denotar superioridad, y el
prefijo "deuto," significa segundo o inferior.
También se le llama "Segundo Canon" o canon
secundario. Al aplicar a los siete libros en
cuestión un calificativo que denota
inferioridad, la Iglesia Romana esta
reconociendo que en sus versiones de la Biblia
hay libros de dos clases: de primera y de
segunda; superiores e inferiores.
¿Es que hay
inspiración divina de primera y de segunda,
superior e inferior? He aquí un ejemplo de lo
que venirnos exponiendo: En las versiones
evangélicas (hasta ahora) el capítulo tres del
libro del profeta Daniel consta de treinta
versículos. Entre los versos 23 y 24 de las
versiones evangélicas, las versiones católicas
tienen 67 versículos más que fueron agregados a
lo que escribió Daniel. Al comenzar esta sección
apócrifa, las versiones católicas tienen el
siguiente encabezamiento: "parte
deuterocanónica," y cuando termina esta parte
introducen el siguiente encabezamiento; "parte
proto-canónica." Esta doble clasificación dentro
de un mismo capítulo implica el reconocimiento
tácito de que Daniel no escribió los 67
versículos que agregaron en la versión griega.
Sería absurdo suponer que el profeta Daniel
escribiese 23 versículos con un grado de
inspiración divina y, seguidamente, 67
versículos sin inspiración divina, o con un
grado inferior de inspiración.
NATURALEZA
DE LOS LIBROS APÓCRIFOS
En el
contenido de los libros apócrifos descubrimos su
naturaleza. Veamos:
TOBÍAS:
En relación a
este libro, el comentarista católico C.D. Vine
expresa lo siguiente [en el
libro "Verbum Dei" tomo II página 50]:
"Los autores católicos, en su mayor parte,
niegan totalmente la historicidad de Tobías,
considerándolo como una ficción poética, como
una fábula o cuento."
El libro de
Tobías tiene enseñanzas erróneas y paganas. En
el capítulo 4 y verso 17 dice: "Esparce tu pan
sobre la tumba de los justos." En los versos 2
al 8 del capítulo 6, dice que el hígado de un
pez, quemado sobre un brasero, ahuyenta los
malos espíritus, y en el capítulo 12 verso 9,
dice que "la limosna libra de la muerte y
purifica todo pecado."
En cuanto a
la recomendación de esparcir pan sobre la tumba
de los justos, dice el comentarista de Vine que
"prácticas y ritos de este género eran comunes
entre los paganos." Creer que el humo del
hígado quemado de un pez ahuyenta a los demonios
cae en la esfera de la superstición. Enseñar que
la limosna libra de la muerte, y que purifica
todos los pecados, contradice todo lo que
enseñan las Sagradas Escrituras sobre la forma y
medio de alcanzar salvación.
JUDIT:
El autor
católico francés, Abate Du-Clot dice que el
libro de Judit presenta contradicciones
imposibles de explicar. El comentarista católico
M. Leahy afirma que el libro presenta
"inexactitud históricas."
["Verbum
Dei," tomo II, página 73.]
Y la versión "Nacar-Colunga" dice, en la
página 487, que "en la conducta de Judit hay
cosas que la moral cristiana no justifica,"
entre ellas, la mentira. En Judit 1:1, dice: "El
año doce del reinado de Nabucodonosor, que reinó
sobre los asirios en la gran ciudad de
Nínive...." La versión católica, llamada Biblia
de Jerusalén, tiene una nota en el citado
versículo que dice: "Nabucodonosor... nunca fue
llamado rey de los asirios ni reinó en Nínive."
Así que el libro de Judit comienza con una
afirmación que está totalmente equivocada, es
falsa. Y como afirma Du-Clot, "irreconciliable
con la realidad histórica."
SABIDURÍA:
En la versión
griega lleva el titulo "La Sabiduría de
Salomón." Pero Ralph Earle afirma que este libro
se escribió alrededor del año 40 D.C.., mil años
después de Salomón. Dice un autor que "el libro
se escribió para impedir que los judíos cayeran
en el escepticismo, el materialismo y la
idolatría. Muchos sentimientos nobles hallan
expresiones en este libro."
ECLESIÁSTICO:
Este libro se
le atribuye a un tal Jesús. En la introducción
que aparece en la versión Nácar-Colunga dice que
el libro fue escrito alrededor del año 136 A.C..
Dice Ralph Earle que este libro se parece al de
Proverbios, y que presenta mucha sabiduría
practica. El libro, en general, es el mejor de
los apócrifos; pero el autor no pretende haber
escrito bajo inspiración divina. El libro tiene
un prólogo escrito por un sobrino del autor que
dice: "Mi abuelo Jesús, habiéndose dado mucho a
la lección de la Ley, de los profetas y de otros
libros patrios y habiendo adquirido en ellos
gran competencia, se propuso escribir alguna
cosa de instrucción y doctrina para quienes
deseen aprenderla" (Nácar-Colunga, Página 715).
El autor del libro expresa lo siguiente: "Yo he
llegado el último de todos, como quien anda al
rebusco de la vendimia" 33:16. Esta declaración
del autor nos dice que él no se creía guiado por
el Espíritu de Dios. Como bien dice su sobrino,
se propuso por su cuenta, escribir alguna cosa y
la escribió. Lo que escribió es bueno, pero no
es Palabra de Dios.
BARUC:
Dice Ralph
Earle que aunque el libro de Baruc se presenta
como escrito por Baruc, el escribiente de
Jeremías en el año 582 A.C.., la realidad es que
fue escrito alrededor del año 100 D.C.
El
comentarista católico P.P. Saydon, en su
introducción al libro de Baruc dice lo
siguiente: "Los críticos no católicos ponen la
redacción final del libro en el año 70 D.C.., si
bien alguna de sus partes pueden ser de origen
anterior. La introducción, capítulo 1, verso 2
al 14, abundan en inexactitudes históricas."11
["Verbum
Dei" tomo II, página 547.]
El libro de Baruc comienza diciendo que fue
"escrito por Baruc, hijo de Nerías" (1:1). Pero
esto no lo creen ni los mismos católicos. La
versión católica llamada Biblia Latinoamericana
dice -en la página 871-: "El libro de Baruc fue
escrito entre los últimos de la Biblia: a lo
mejor, en el último siglo antes de Cristo." De
acuerdo con los datos que menciona el libro,
resulta prácticamente imposible que lo haya
escrito Baruc el hijo de Nerías. Así que el
libro comienza con una afirmación que no la
creen ni los mismos teólogos católicos.
LOS
MACABEOS:
El autor
católico Abate Du-Clot, dice lo siguiente: "El
primero de los Macabeos contiene la historia de
40 años desde el principio del reinado de
Antioco Epifanes hasta la muerte de Simón. El
libro segundo es un compendio de la historia de
las persecuciones que sufrieron los judíos de
parte de Epifanes y su hijo Eupator; cuya
historia fue escrita por un tal Jasón. Ni uno ni
otro se hallan en el canon de los judíos, y los
cristianos siguieron a los judíos en cuanto a
los libros que formaban el canon del A.T., por
esta causa los Macabeos no fueron comprendidos
entre los libros Sagrados generalmente adoptados
por las iglesias cristianas."
["Vindicias de la
Biblia" página 574.]
Dice este
autor católico que los Macabeos fueron
rechazados por las iglesias cristianas, porque
los cristianos siguieron a los judíos en cuanto
a los libros que integran el canon.
En la
introducción que aparece en la versión
Nácar-Colunga al segundo libro de los Macabeos,
dice que "un cierto Jasón de Cirene...compuso
cinco libros sobre Judas Macabeo; nuestro autor
los compendió en este solo libro" página 538.
En relación
con el segundo Macabeos, llamamos vuestra
atención a los siguientes aspectos:
1. Enseña
que es eficaz el ofrecer sacrificio por los
muertos. (Ver 12:43-45).
2. Nos
presenta un resumen de cinco libros escritos por
otros escritores.
3. El
autor no pretende haber escrito bajo inspiración
divina, pues termina el libro diciendo "Daré fin
a mi narración. Si está bien y como conviene a
la narración histórica, eso quiero yo; pero si
imperfecta y mediocre, perdónadme" (15:38-39).
Este no es el lenguaje de un hombre que escribe
bajo inspiración divina, y hay un aforismo que
dice: "A confesión de parte, relevo de pruebas."
ESTER:
El libro de
Ester, en la Biblia hebrea y en nuestra versión
tiene 10 capítulos. En las versiones católicas
resulta difícil poder determinar cuántos
capítulos tiene. Tomemos por ejemplo la versión
Nácar-Colunga; comienza por el capitulo once y
continua en el siguiente orden: 12, 1, 12, 2, 3,
13, 4, 15, 4, 13, 14, 15, 5, 6, 7, 8, 16,9, 10,
y 10. Esto nos parece el colmo del absurdo. La
versión católica Biblia Latinoamericana, dice en
la página 839: "El libro de Ester contiene en la
Biblia griega muchos trozos que no están en la
Biblia hebrea." La versión Nácar-Colunga dice
que algunas porciones del libro son
"Protocanónicas" y otras "Deutero-canónicas."
Hemos consultado cinco autores católicos, y
todos están de acuerdo en que los diez capítulos
que aparecen en las versiones evangélicas fueron
escritos por un autor, en hebreo, y que las
secciones añadidas, que aparecen en las
versiones católicas, fueron escritas en griego
por otros autores.
DANIEL:
El libro de
Daniel, en nuestra versión tiene 12 capítulos y
en las versiones católicas tiene 14 capítulos.
Los autores católicos reconocen que las partes
que aparecen agregadas no fueron escritas en
hebreo, y que no son de la misma naturaleza que
lo que Daniel escribió en hebreo. Esto prueba
que Daniel no escribió los capítulos 13 y 14.
PROCESO
HISTÓRICO
Algunos de
los llamados Padres de la Iglesia hicieron un
estudio cuidadoso en relación con los libros
inspirados, y los no inspirados. En el año 395
D.C... se había confeccionado 11 catálogos de
los libros que se consideraban inspirados por
Dios, y en ninguno aparecen los libros
apócrifos. He aquí una relación de los
mencionados catálogos:
De Melitón
de Sardis Año 177
De
Orígenes Año 230
De
Atanasio Año 326
De Cirilo
Año 348
De Hilario
de Pointiers Año 358
Del
Concilio de Laodicea Año 363
De
Epifanio Año 368
De
Gregorio Nacianceno Año 370
De
Anfiloquio Año 380
De Rufino
Año 395
De
Jerónimo Año 395
Un sínodo
convocado en Laodicea en el año 363 D.C..
prohibió la lectura de los libros apócrifos en
las iglesias.
De un extenso
artículo sobre la formación e historia del canon
escrito por el católico R. J. Foster
entresacamos los siguientes párrafos: "Todos los
libros contenidos en la Biblia hebrea son
llamados protocanónicos, mientras que los que
están sólo en la lengua griega se llaman
deuterocanónicos... los alejandrinos pudieron
aceptar como inspirados libros que no aparecían
aceptables a los doctores de Jerusalén... Parece
un poco extraño que las primeras listas de los
libros canónicos dadas por los escritores
cristianos contengan sólo las Escrituras
protocanónicas... Es evidente que Melitón (de
Sardis) transcribe el canon tal como lo encontró
en Palestina, donde ya en esta época los libros
deuterocanónicos habían sido excluidos del
canon... Desde comienzo del siglo IV entramos en
un período de confusión e incertidumbre, (en
relación con los apócrifos)...Algunos padres,
condescendiendo demasiado con el concepto rígido
de canonicidad, se inclinaron a recibir como
canónicos solamente los libros reconocidos por
los judíos, relegando los deuterocanónicos a la
categoría de libros útiles para la
edificación... San Atanasio...San Cirilo de
Jerusalén, San Epifanio, y San Gregorio
Nacianceno tampoco admiten los libros
deuterocanónicos... A causa de su estancia en
Palestina y de sus conocimientos hebraicos, San
Jerónimo puso todo el peso de su gran autoridad
de parte de la no canonicidad de los libros
deuterocanónicos. Con frecuencia se niega a
aceptar todo libro que no esté en la Biblia
hebrea, y en su "Prologus Galeatus," que sirve
de introducción a los libros de Reyes, afirma
que Sabiduría, Eclesiástico, Tobías y Judit no
están en el canon... Algunos escritores de
prestigio siguieron la opinión avalada a su
juicio por la autoridad de San Jerónimo, incluso
el papa San Gregorio el Magno el cual se inclinó
a compartir esta opinión. Desde el siglo XVIII
el canon breve (hebreo) ha ganado cada vez más
aceptación, pero la cuestión aún no ha sido
zanjada... Tal es la actitud general...y querer
negarlo es oponerse a la evidencia."
[Tomado del libro
"Verbum Dei" Tomo I, páginas 40 año 46. Los tres
puntos seguidos es un salto en párrafo o
renglón.]
Todos los
párrafos anteriores, tomados de un libro
católico, presentan evidencias demoledoras en
contra de los libros apócrifos. Nótese la
importancia por la cual todos concuerdan en la
validez del canon hebreo. Lo que no esté en este
canon no forma parte de los libros inspirados.
LA VERSIÓN
GRIEGA
¿Tiene la
Iglesia Romana y las Sociedades Bíblicas algún
argumento de peso a favor de los libros
apócrifos? El único argumento que presenta es el
siguiente. Dice que los apócrifos entraron a
formar parte de la versión griega llamada
Septuaginta de los Setenta.
Debemos tener
en cuenta que esta versión fue promovida por el
rey de Egipto, Tolomeo II Filadelfo. Este Rey,
gran amante de las letras, ordenó traducir los
libros religiosos hebreos para su famosa
biblioteca de Alejandría La traducción se hizo
en Alejandría, y con el tiempo, se agregaron a
la mencionada versión 15 libros no inspirados.
De la versión
griega se hizo una traducción al latín, que vino
a ser considerada como la versión Itala. De los
15 libros apócrifos que formaban parte de la
versión griega, 10 pasaron a la versión latina,
y fueron excluidos los 5 siguientes que eran: La
Ascensión de Isaías, Los Jubileos, La Epístola
de Jeremías, el tercero de Macabeos y Enoc.
Dámaso,
obispo de Roma, encomendó a Jerónimo, el
cristiano mas destacado de su época, que
preparase una versión de la Biblia, y este se
fue a Belén (Palestina), en donde - veinte años
entregado a la tarea que le habían encomendado
con gran celo y dedicación. De aquel trabajo
surgió la Vulgata Latina, que vio la luz
alrededor del año 400 D.C.... Jerónimo se opuso
a que se incluyeran en esta versión los libros
apócrifos, pero algunos, que estaban
familiarizados con la versión Itala, ejercieron
tanta presión para que se incluyeren los
apócrifos en la nueva versión, que por último
triunfaron, a pesar de tener la oposición de
Jerónimo, y contra su voluntad, se insertaron
estos libros.
En el año
1545 se convoco el Concilio de Trento, y dice el
historiador católico F. Díaz Carmona, en la
página 272 de su Historia de la Iglesia Católica
Romana, que aquel Concilio "empezó fijando de
nuevo el canon de la Biblia" En efecto, el
Concilio discutió el problema de los libros
apócrifos y acordó excluir de la Vulgata 3 de
los 10 libros que habían agregado: El tercero y
el cuarto de Esdras y la Oración de Manasés.
Al afirmar
que el Concilio fijó de nuevo el canon de la
Biblia, se da por sentado que modificó acuerdos
de concilios anteriores. En la practica, como
vemos, el hecho de que los apócrifos hayan sido
agregados a la versión griega no transforma su
naturaleza ni le confiere ningún mérito, y la
evidencia la tenemos en el hecho de que de los
15 libros apócrifos agregados a la mencionada
versión, 8 fueron excluidos, y la exclusión de
esos 8 demuestra que los que agregaron los 15
procedieron irresponsablemente. Los mismos
motivos que tuvieron para quitar los 8, los hay
para excluir los 7 restantes. No hay un solo
argumento de valor o peso a favor de los libros
apócrifos.
ESLABÓN
ECUMÉNICO
La Sociedad
Bíblica Británica y Extranjera se fundó en 1804,
y la Sociedad Bíblica Americana se estableció en
el 1816. Dice Ralph Earle que "estamos de
acuerdo con la sana opinión protestante de los
últimos 400 años en que los libros apócrifos no
son parte de la inspirada y autoritativa Palabra
de Dios." En tal sentido la "Sociedad Bíblica
Nacional de Escocia tomó la posición de que si
estos libros no eran Palabra de Dios dada por
inspiración, ellos no debían malgastar el dinero
imprimiéndolos como parte de la Biblia. Dicha
Sociedad hizo una petición a la Sociedad Bíblica
Británica y Extranjera, la cual votó en 1827
(las Sociedades Bíblicas dicen ahora que fue en
el 1826) que no emplearía ninguno de sus fondos
para publicar los libros apócrifos"
[Tomado de "Como nos llegó la Biblia"
página 39.]
Por espacio
de 150 años las Sociedades Bíblicas se
mantuvieron fieles al acuerdo que tomaron en
1826. Pero en l968 han revocado o ignorado aquel
acuerdo, y están publicando y promoviendo una
versión de la Biblia que incluye los libros
apócrifos (VP). ¿A qué se debe tan sorprendente
cambio de actitud?
El doctor
Gonzalo Báez-Camargo, hablando como vocero de
las Sociedades Bíblicas, dice que éstas no se
atribuyen la facultad de determinar cuáles
libros son inspirados y cuales no lo son. He
aquí sus palabras: "Cuando las Sociedades
Bíblicas publican ediciones sin los
deuterocanónicos es para responder a las
necesidades de las iglesias que no los aceptan
como parte del A.T., sin que esto signifique en
modo alguno que al hacerlo las sociedades
dictaminen que sólo esos libros son inspirados.
Cuando publican ediciones que contienen los
libros deuterocanónicos, para iglesias que los
aceptan, es también sólo para responder a las
necesidades de ellas, sin que tampoco eso
implique de parte de las Sociedades, un dictamen
que los declare igualmente inspirados que los
otros."
Otro
funcionario de las Sociedades Bíblicas nos ha
dicho: "Nosotros constituimos una organización
interconfesional, no podemos tratar de decir
quien tiene la razón. Nuestra misión es otra."
Como vemos, por las declaraciones que hemos
expuesto, los dirigentes de la mencionada
Sociedad se refugian tras el muro de la
interconfesionalidad. Dicen que tienen que
publicar lo que les pidan, y que no están
llamados a ejercer juicio propio determinando si
los libros apócrifos son o no inspirados.
Nuestra misión, dicen ellos, es otra. Esta
posición nos parece que tiene carácter evasivo,
y nos resulta decepcionante. No pensaban así los
directores que en el 1826 determinaron que las
Sociedades Bíblicas no emplearían ninguno de sus
fondos para publicar los libros apócrifos.
Cuando los actuales directores dicen, por boca
de sus voceros, que no les importa si los libros
apócrifos son inspirados o si no lo son, tenemos
que preguntamos si creen realmente en la
inspiración divina de los 39 libros que integran
el canon hebreo. Al redactar estas líneas
estamos pensando en lo que dice la Palabra de
Dios en Jueces 2:10. "Y toda aquella generación
fue también reunida con sus padres. Después de
ellos se levantó otra generación que no conocía
a Jehová, ni la obra que él había hecho por
Israel."
Siempre hemos
esperado ver en las Sociedades Bíblicas un
baluarte de lo que implica la expresión y
proclamación de las Sagradas Escrituras. En esta
ocasión nos dijo el entonces Secretario de la
Agencia Bíblica en Cuba, doctor Joaquín González
Molina, al afirmar que las Sociedades Bíblicas
tenían por misión el velar por la pureza del
Sagrado Libro. No concebimos como una
institución creada para la difusión de las
Sagradas Escrituras confiese en estos tiempos
que no tienen un criterio definido sobre los
libros que han de clasificarse como inspirados.
La gravedad
del asunto que estamos considerando estriba en
que Sociedades Bíblicas se ha asociado con el
Vaticano. La Iglesia Católica Romana hace aporte
económico a las Sociedades Bíblicas, y siempre
que una persona o institución acepta favores,
dádivas o subvenciones de otra persona o
institución, se subordina al que le ayuda o
paga; de manera que debe bailar al son de la
música que le toquen.
Hasta ahora,
la esfera de servicio de las Sociedades Bíblicas
eran las iglesias evangélicas, pero de ahora en
adelante las mencionadas Sociedades han agregado
la iglesia romana a su esfera de servicio. El
doctor Báez-Camargo en el artículo citado
anteriormente, manifestó lo siguiente: "El
renacimiento bíblico en el seno del catolicismo
romano, que ha cobrado fuerza...después del
Concilio Vaticano II, el cual abrió las puertas
para la colaboración ecuménica en el campo
Bíblico, puso en contacto a las autoridades
católicas con las Sociedades Bíblicas...Producto
de las conversaciones tenidas por ambas partes,
fue el acuerdo de que consignara en los
Principios Normativos para la Cooperación
Interconfesional en la Traducción de la Biblia,
concluido en 1968. Las autoridades católicas
aceptaron dar su apoyo oficial a ediciones de la
Biblia con los deuterocanónicos en sección
aparte, antes del N.T." Y más adelante, agrega
Báez Camargo "Esta nueva situación implica que
la iglesia Católica Romana participará de los
privilegios y de los deberes financieros como
todas las iglesias que actualmente cooperan con
las Sociedades Bíblicas."
La asociación
de las Sociedades Bíblicas con el Vaticano es
producto del movimiento ecuménico promovido, al
mismo tiempo, por la Iglesia Romana y el
Concilio Mundial de Iglesias. Después del
Concilio Vaticano II, la Iglesia Romana se ha
lanzado a la tarea de atraer a su seno a todas
las iglesias llamadas cristianas, y algunos
lideres del Concilio Mundial de Iglesias han
manifestado que están dispuestos a pasar por
encima de muchos obstáculos, y sacrificar lo que
haya que sacrificar, para llegar a la
constitución de un organismo mundial que agrupe
a todas las iglesias.
La Inclusión
de los libros apócrifos en una versión de la
Biblia editada por las Sociedades Bíblicas
constituye una contribución por parte de los
directores de las mencionadas entidades a los
fines que persigue el ecumenismo mundial. Con la
inclusión, el Vaticano consigue una victoria.
Los evangélicos hemos venido diciendo, por
espacio de 400 años, que las versiones católicas
de la Biblia incluyen libros que no son
inspirados por Dios, pero de ahora en lo
adelante nos dirán que si sus versiones están
adulteradas, las nuestras también lo están.
Las
Sociedades Bíblicas dicen, por boca de sus
voceros, que publican la Biblia con los libros
apócrifos porque la Iglesia Católica se lo ha
pedido. ¿Con qué propósito se lo han pedido? No
es necesidad de Biblias en el campo católico. La
Iglesia Romana está editando más versiones de la
Biblia en español que las iglesias evangélicas.
En la actualidad, todo católico que quiere leer
la Biblia tiene una Biblia católica a su
alcance. El fin que persigue la Iglesia Romana
es quitar del camino un obstáculo para llegar a
la meta del ecumenismo. Tapar la boca a los que
criticamos la inclusión de los apócrifos en la
Biblia. Y Establecer un eslabón para llegar a la
constitución de un solo organismo mundial que
agrupe a todas las iglesias a la sombra del
Vaticano.
No nos
oponemos a que las Sociedades Bíblicas vendan
Biblias a la Iglesia Romana y a todo el que se
las pida, para eso se organizaron. Lo que nos
parece condenable es que las publiquen
adulteradas, que agreguen a la Palabra de Dios
libros con enseñanzas contrarias a la doctrina
Bíblica. Esto implica claudicar en aras del
ecumenismo, de "Mammon," o de la filosofía de
aquel Príncipe que dijo: "París bien vale una
misa." El Señor aconsejó a sus discípulos que se
guardasen de la levadura de los fariseos, y
Pablo dijo a los cristianos de Corinto que un
poco de levadura leuda toda la masa. A los
Gálatas les advirtió que algunos quieren
pervertir el evangelio de Cristo. Y la Biblia se
cierra con la siguiente amonestación: "Si alguno
añadiese a estas cosas, Dios traerá sobre él las
plagas escritas en este libro" (Apocalipsis
22:18).
Hasta ahora
hemos dicho que la Biblia es la Palabra de Dios,
pero una Biblia con los libros apócrifos no se
puede decir que es la Palabra de Dios, porque en
tal volumen, a la Palabra de Dios se le han
agregado libros que no son de Dios. Un
funcionario de las Sociedades Bíblicas nos ha
dicho: "Acerca de sí los libros deuterocanónicos
son inspirados o no por Dios, contesto que
no...pero...son útiles." Y Agrega: "Simplemente
se trata de atender una solicitud de la Iglesia
Católica."
¿Es que la
Sociedad Bíblica va a complacer a todo el que
pida una Biblia a su gusto? ¿Qué pasaría si
cincuenta mil iglesias evangélicas les pidiese
que no publiquen los apócrifos? Hasta ahora el
mayor contribuyente a las Sociedades Bíblicas es
la Convención Bautista del Sur, compuesta por
mas de 35,000 iglesias. Si esta Convención le
pidiese que agregaran a la Biblia el libro EL
PEREGRINO, ¿lo haría?. No. No lo harían. Hacen
lo que les manda el Vaticano, y aquí es donde
esta la gravedad de esta cuestión. ¡El Vaticano
orientando a la Sociedad Bíblica!
Las
Sociedades Bíblicas tratan de anular la versión
Reina-Valera para introducir su nueva versión de
Dios Habla Hoy, incluyendo los libros apócrifos,
y no es la primera vez que tratan de substituir
la versión de Reina por otra; pero hasta ahora
no les fue posible. Y es que la lengua
castellana tiene dos monumentos: La Versión de
la Biblia traducida por Casiodoro de Reina, y el
Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.
Hasta el archicatólico Marcelino Menéndez y
Pelayo ha rendido tributo de reconocimiento y
admiración a la versión Reina, que hasta ahora
es la reina de las versiones.
No se concibe
que mientras los adversarios ensalzan la versión
Reina, los que debían ser los primeros en darle
el lugar correspondiente, traten de restarle
méritos. No es justo tratar de opacar las
glorias de un veterano de cien batallas, para
glorificar a un recién nacido que viene enfermo
y que aún no ha librado el primer combate.
La versión
Reina-Valera ha estado presente en el nacimiento
de cada iglesia que ha surgido donde quiera que
se hable la lengua castellana. Y ha sido la
fuente donde bebieron varías generaciones de
cristianos. Las glorias se adquieren por el
valor y los méritos. En estos tiempos de
innovación, claudicaciones y apostasías, debemos
tomar en cuenta la sentencia que aparece en
Lucas 5:39: "Ninguno que beba del añejo, quiere
luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor."
Y nos adherimos firmemente a la Palabra de Dios,
sin añadiduras.
PUNTO Y
APARTE
En estos
tiempos se están multiplicando las versiones de
la Biblia. Desde 1944 para acá, en la esfera
católica han surgido ocho versiones, y en el
campo evangélico han surgido también algunas
versiones y varias revisiones de Reina-Valera.
Ante esta proliferación de versiones y
revisiones, viene a nuestra mente la siguiente
expresión tomada del Quijote: "Tantas idas y
venidas quiero Sancho que me digas ¿son de
alguna utilidad?." No estamos en contra de lo
nuevo, si lo nuevo es bueno o mejor que lo que
ya tenemos; pero la multiplicación de versiones
crea un problema para la lectura, por lo que
cada iglesia debe adoptar una versión, como la
oficial, y tratar de que los miembros lleven al
templo la versión adoptada. De lo contrario, la
lectura bíblica congregacional podría revivir el
fenómeno de Babel.
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