Pastor Ezequias Garcia
¿Deberían celebrar la Navidad los cristianos?

¿ Manda La Escritura que los creyentes celebren la Navidad?

La Biblia no manda a celebrar Escuela dominical, culto misionero, aniversario de una obra, día de acción de gracias, confraternidad o convención, culto de damas, de caballeros, bodas en la iglesia, dia del pastor, etc. Sin embargo lo aceptamos como útiles y necesarios y así lo son (Filipenses 4:8)

No hay ciertos “días santos” que la iglesia debe observar.
De hecho, la Navidad no fue observada como una fiesta hasta mucho después de la era bíblica.
Nosotros creemos que celebrar la Navidad no es una cuestión de bien o mal, ya que Romanos 14:5-6 nos provee la libertad de decidir si queremos observar estos días especiales o no:

“Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios” (Rom. 14:5-6).

De acuerdo a estos versículos, el cristiano puede elegir legítimamente cualquier día —incluyendo Navidad— como un día para el Señor. Nosotros creemos que la Navidad da a los creyentes una gran oportunidad de exaltar a Jesucristo.

Primero, la temporada de Navidad nos recuerda de grandes verdades de la encarnación. Recordar verdades importantes sobre Cristo y el Evangelio es un tema relevante en el Nuevo Testamento (1 Cor. 11:25; 2 Ped. 1:12-15; 2 Tes. 2:5). La Verdad necesita ser repetida porque puede ser olvidada fácilmente. Entonces, debemos celebrar la Navidad para conmemorar el nacimiento de Cristo y el maravilloso misterio de la Encarnación.

La Navidad también puede ser un tiempo de alabanza reverente. Los pastores glorificaron y alabaron a Dios por el nacimiento de Jesús, el Mesías. Se regocijaron cuando los ángeles proclamaron que en Belén había nacido el Salvador, Cristo el Señor (Lucas 2:11). El niño puesto en el pesebre ese día es nuestro Salvador, el “Señor de señores y Rey de reyes” (Mateo 1:21; Apoc. 17:14).

Finalmente, la gente tiende a ser más abierta al Evangelio durante la temporada de Navidad. Debemos aprovechar esto para testificarles de la gracia salvadora de Dios por medio de Jesucristo. La Navidad se trata del Mesías prometido, quien vino a salvar a Su pueblo de sus pecados (Mateo 1:21). Esta fiesta nos provee una maravillosa oportunidad para compartir esta verdad.

Aunque nuestra sociedad ha reemplazado el mensaje de Navidad por lo material y el consumismo, así como también por mitos y tradiciones vanas, no debemos dejar que nos distraigan de apreciar el verdadero sentido de la Navidad. Aprovechemos esta oportunidad para acordarnos de Él, alabarle a Él y testificar fielmente de Él.

 

 

 

 

La Controversia

»Controversia en tiempos modernos

En nuestros días hay una gran controversia dentro del pueblo cristiano sobre la celebración de la Navidad.

1- Por una parte hay quienes rechazan por completo las celebraciones de Navidad en cualquier época o día, de tal manera que toda referencia al nacimiento de Jesús es señalado como paganismo, despreciando y rechazando a todos los que simpaticen con estas celebraciones.

2-Otro grupo de creyentes celebra estas fiestas con todas las costumbres y tradiciones que se han ido añadiendo con los años a esta práctica, entre ellas: Santa Claus, el árbol de Navidad, los adornos de luces, la comida de nochebuena, los colores rojo y verde, etc.

3-Un tercer grupo considera de gran valor la encarnación del verbo de Dios, creyendo tener suficiente evidencia bíblica para demostrar que las escrituras dan mucha importancia a la venida del hijo de Dios al mundo, dándonos todos los anuncios proféticos en el antiguo testamento sobre su encarnación, describiendo el cumplimiento de esas profecías y explicando el significado y valor espiritual de su manifestación en carne. Además creen tener evidencias de que la Biblia nos invita a celebrar fiesta en memoria de este acontecimiento. Y reconocen que en nuestros días se han añadido costumbres y prácticas no cristianas a esta celebración por lo cual rechazan el uso de símbolos como el Santa Claus y otros.
Valores espirituales de su nacimiento.

Filipenses 2.5–11 (RVR60) 5Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.


El apóstol alega:

(1) la encarnación es una muestra de la gracia y el amor de Cristo;

(2) que fue emprendida desde el punto de partida superlativo de la deidad eterna

(3) que involucraba la más tremenda humillación; y

(4) que la encarnación era el fundamento del nombre exaltado del Señor Jesucristo.

Jesús tomó para sí mismo, la «forma» de siervo —y todos los atributos esenciales correspondientes al siervo—, «hecho semejante a los hombres». Fue entonces encontrado en «condición», de hombre.
Por lo que puede compadecerse de nosotros

Los beneficios de su humillacion:

Hebreos 2:10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos
Hebreos 2:17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

El pecado de negar su encarnación.

1 Juan 4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
2 J
uan 7 Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.

Como hemos podido ver el que Jesús haya nacido de una mujer es una doctrina fundamental de nuestra fe y negar su nacimiento es negar todos los beneficios de su humanidad para nosotros, estos versos de San Juan nos advierten sobre quién está detrás del interés de negar su nacimiento y vida como humano