¡La doctrina de Jezabel! Por el Hno. David
Wilkerson
Tema PROFECIA
Podría titular este mensaje: "El Peligro de ser
seducido por falsa doctrina". Lea Apocalipsis
2:18-29 y verá que el mismo Cristo advirtió a la
Iglesia en contra de la doctrina de Jezabel:
"...porque permites aquella mujer Jezabel, que
dice que es profetisa, enseñar y engañar a mis
siervos, a fornicar y a comer cosas sacrificadas
a los ídolos" (Apocalipsis 2:20). La palabra
griega para Jezabel es sinónimo de falsa maestra.
Claramente representa falsas doctrinas. Jesús
aclara esto continuando: "a cuantos no tienen
esa doctrina." (Ap. 2:24).
Hay una parte del pueblo de Dios lleno de buenas
obras y caridad, teniendo fe y paciencia. Pero
los ojos de Jesús aparecen entre ellos ardiendo
como llamas de fuego. Con todo lo bueno y loable
que hay, existe algo muy peligroso que se lleva
a cabo, algo tan seductor, que Cristo advierte
que enviará juicio y hará de ellos un ejemplo a
todas las iglesias. Algunos miembros de las
iglesias estaban haciéndole el juego a Satanás.
Sus buenas obras, caridad, servicio, fe y
paciencia fueron opacadas por la seducción que
estaban envueltos, seducción de una falsa
doctrina. Estaban bajo el encanto de una falsa
doctrina, una enseñanza que vino disfrazada como
la verdadera Palabra, pero no lo era, de hecho,
era maligna.
La seducción de los siervos de Dios.
Cristo dijo que: "Mis siervos están siendo
seducidos." Ministros, hemos llegado a esta
condición peligrosa que Cristo nos advirtió. Hay
multitudes de pastores, maestros y evangelistas
completamente seducidos por el encanto de la
doctrina de Jezabel. Estos maestros que han sido
seducidos están a la vez produciendo "hijos de
la seducción". Enseñan fornicación y el consumo
de la comida de los ídolos. Esto es fornicación
espiritual. Esto es comer la comida de las
doctrinas demoníacas que exculpan el pecado.
Quiero decir en términos precisos que es
peligroso estar bajo una doctrina errónea. Una
doctrina falsa puede condenarte más prontamente
que toda la lujuria y pecados de la carne.
Falsos predicadores y maestros están enviando
más personas al infierno que todos los
vendedores de drogas, alcahuetes y prostitutas
juntos. Esto no es una exageración. Yo lo creo.
Multitud de cristianos mal dirigidos y engañados
están cantando y alabando al Señor en iglesias
esclavizadas por falsa doctrina. Miles están con
maestros que enseñan doctrinas de demonios y al
oírlos comentan: "¿No es esto maravilloso?"
Cristo no toma este asunto a la ligera. Sus ojos
están otra vez taladrando la iglesia y ha venido
a advertir y exponer esta doctrina y a salvar a
sus siervos de esta terrible seducción. Es mejor
que reflexionemos seriamente acerca de esto. Es
muy importante la iglesia en la cual usted se
congrega. Es muy importante a quién esta usted
escuchando. Es muy importante la enseñanza que
usted tiene en su corazón.
El pueblo de Dios se está acercando y entregando
a Satanás en todos los aspectos, al entregarse
en las manos de falsos maestros y promotores de
falsas doctrinas. Entregarse a Satanás evoca el
pensamiento de adictos, alcohólicos, prostitutas,
enfermos de SIDA y de ateos que odian a Dios.
¡NO! Esto está pasando en la iglesia, en
reuniones evangelísticas, en convenciones
religiosas y en los grandes seminarios.
La marca de un cristiano seducido es que es
llevado de una parte a otra buscando nuevas y
diferentes enseñanzas. La Biblia advierte: "No
os dejéis llevar de doctrinas diversas y
extrañas porque bueno es que el corazón haya
sido afirmado en la gracia; no en comidas, que
nunca aprovecharon a los que se dedican a ellas."
(Hebreos 13:9). No te dejes arrastrar de aquí y
de allá, llevado de sitio en sitio. No estamos
hablando de esas pocas ocasiones en que un
creyente maduro va a escuchar a un verdadero
siervo de Dios predicar a Cristo y de
arrepentimiento. Estamos hablando de correr de
sitio en sitio, de seminarios a convenciones, de
iglesia en iglesia, de servicios evangelísticos
a servicios de sanidad divina, sin tener raíces
en ningún sitio. Sus oídos siempre están
ansiosos de oír algo nuevo, sensacional,
entretenido, y placentero a la carne.
Los tenemos en la iglesia callejeros, semillas
humanas caídas, cabalgando en los vientos de las
doctrinas. Esta clase no vuelve más aquí porque
nosotros nos negamos a darle lo que ellos
quieren. Ellos quieren ser halagados, y no
reprendidos. Por lo tanto ellos vuelven a sus
maestros - los aduladores, los promotores del
pensamiento positivo. Ellos se asemejan a los
atenienses quienes: "en ninguna otra cosa se
interesaban, sino en decir o en oír algo nuevo."
(Hechos 17:21). Pablo advirtió a Timoteo: "Porque
vendrá el tiempo cuando no soportarán la sana
doctrina; sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias." (2 Ti. 4:3)
La doctrina de Cristo.
La marca de un creyente maduro es la negativa a
ser llevado por doquiera de todo viento de
doctrina. (Efesios 4:14) Estos creyentes no
pueden ser manipulados por ningún maestro. Ellos
no tienen necesidad de correr de aquí para allá
porque están comiendo de la ROCA; están
creciendo en Cristo; están dándose banquete en
pastos verdes. Ellos han circuncidado sus oídos
y han pesado a cada maestro, a cada doctrina, de
acuerdo a como se ajusta a la santidad de
Cristo. Ellos pueden discernir todas las
doctrinas que son falsas y sienten repulsión por
todas las nuevas y raras enseñanzas. Conocen a
Cristo. Ellos no serán conmovidos por la música,
los amigos, las personalidades, milagros, pero
sí ¡por un hambre insaciable por la pura Palabra
de Dios!
Solamente hay dos doctrinas: la de Cristo y la
de Jezabel. Pablo dijo: "...que adornen en todo
la doctrina de Nuestro Salvador Dios." (Tito
2:10). ¿Cuál es la doctrina de Cristo? La gracia
de Dios nos enseña: "que renunciando a la
impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos en
este siglo sobria, justa y piadosamente." (Tito
2:12). La doctrina de Cristo te hará conforme a
la imagen de Cristo. Desenmascara todo pecado
oculto y todo anhelo de maldad.
¿Está tu maestro reprendiendo con autoridad,
hablándote y exhortándote a abandonar el pecado
y derribar todos los ídolos como él es instruido
en Tito 2:7? ¿Estás aprendiendo a odiar el
pecado ardientemente? ¿O sales de la reunión de
tu iglesia sin estar aún convencido? El mensaje
de la doctrina de Cristo es: "Así que, amados,
ya que tenemos tales promesas, limpiémonos de
toda impureza de cuerpo y de espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios."
(2 Co.7:1).
Muchos nos escriben diciendo: "Nuestro pastor
sigue diciendo: "Yo no estoy aquí para predicar
en contra del pecado, yo estoy aquí para
ensalzar a Jesús. Nada de ésa prédica de
condenación desde éste púlpito, yo estoy aquí
para quitar el miedo y la depresión a mi
pueblo." Aún en los predicadores pentecostales
hay dos extremos. Algunos vociferan un evangelio
duro, legalista, sin amor, y de obras; mientras
que otros predican acobardados en contra del
pecado, mensajes sin contenido. Falso amor y
lágrimas de cocodrilo.
La doctrina de Cristo es una de piedad y
santidad: "Si alguien enseña algo diferente y no
se conforma a las sanas palabras de nuestro
Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme
a la piedad, se ha llenado de orgullo y no sabe
nada. Más bien, delira acerca de controversias y
contiendas de palabras, de las cuales vienen
envidias, discordias, calumnias, sospechas
perversas." (1 Timoteo 6:3-4). Algunos nos dicen:
"Mi maestro habla sobre santidad." Pero yo no me
refiero a meramente usar las palabras "santo" y
"piedad." Yo me refiero a predicarlas con toda
autoridad. Predicar la doctrina de Cristo te
bendecirá, te fortalecerá, y te animará, pero
también te convertirá totalmente al extremo que
no podrás estar en ella y aún tener algún
arraigo por lujurias secretas.
La doctrina de Jezabel.
Vamos a mirar a esta doctrina de demonios y
veremos si tu estás en peligro de caer en ella.
Hay tres marcas distinguibles en la doctrina de
Jezabel. Estas se encuentran en la Jezabel del
Antiguo Testamento, la madre y la
personificación de falsas doctrinas. Jesús hizo
su nombre sinónimo de falsa doctrina. Es una
doctrina que enseña que algo malo puede ser
bueno, que algo profano puede ser puro.
Jezabel en hebreo significa: "casto, virtuoso,
sin idolatría." ¡Imagínense! La más impía, la
más idólatra, tramposa, odiosa mujer en toda la
Biblia es llamada virtuosa y sin pecado. Algo
muy malo es llamado bueno. Pero irónicamente, ¿es
casta? con signo de interrogación; ¿Cómo? ¿Cuándo?
¿Dónde? ¿Cómo ella vino a ser casta? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Y mira a Acab: "Acab hijo de Omri hizo lo malo
ante los ojos de Jehová, más que todos los que
habían reinado antes de él. Como si le fuera
cosa liviana andar en los pecados de Jeroboam
hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel hija de
Etbaal, rey de los sidonios; y fue, sirvió a
Baal y lo adoró." (1 Reyes 16:30-31).
Acab quiere decir: "uno semejante al padre", o "marcado
con la naturaleza de su padre." Jezabel
representaba la falsa doctrina y Acab es su
víctima. La Biblia nos dice que no fue
suficiente que Acab tuviera un corazón inclinado
al pecado y a la idolatría. Él trae a su vida la
influencia satánica que lo arraiga al pecado.
"No hubo realmente nadie como Acab, que se
vendiera para hacer lo malo ante los ojos de
Jehová, pues su mujer Jezabel lo incitaba." (1
Reyes 21:25).
El mensaje es que la tendencia de los cristianos
que mantienen pecados y lujurias en secreto es
abrazarse y casarse con la doctrina falsa que
sólo los excitará y los confirmará en sus
pecados. Lo último que necesitaba Acab era una
Jezabel. ! Que peligroso! Ella hizo resaltar de
él !lo peor, lo aumentó, y luego lo destruyó (a
Acab).
Así es la falsa doctrina. Si existe en ti algún
pecado, lujuria, mundanalidad, lo último que
necesitas es una doctrina que saque a relucir lo
peor de ti. Cuando David pecó con Betsabé, él no
necesitó un falso profeta con un mensaje
alentador para decirle lo mucho que Dios lo
amaba. Él necesitó un profeta no comprometido,
Natán, con el dedo señalándole y clamando: "Tú
eres el hombre." Aquellos que predican la
doctrina de Cristo demuestran al pueblo la
diferencia entre lo santo y lo profano, lo bueno
y lo malo. No sale mezcla de sus labios.
"Enseñarán a mi pueblo a discernir entre lo
santo y lo profano, y entre lo impuro y lo puro"
(Ezequiel 44:23).
Ezequiel denuncia a estos falsos profetas que se
enriquecen trayendo mensaje de justificar el
pecado. "Porque en medio de ella hay una
conspiración de sus profetas; son como un león
rugiente que arrebata la presa. Devoran a la
gente, se apoderan del patrimonio y de las cosas
preciosas, y multiplican sus viudas en medio de
ellos. Sus sacerdotes violan mi ley y profanan
mis cosas sagradas. No hacen diferencia entre lo
santo y lo profano, ni enseñan a distinguir
entre lo impuro y lo puro. Con respecto a mis
sábados esconden sus ojos, y he sido profanado
en medio de ellos. Sus profetas les han
recubierto con cal. Ven vanidad y les adivinan
mentira, diciendo: "Así ha dicho el Señor
Jehová', pero Jehová no ha hablado." (Ezequiel
11: 25-28).
Como resultado, tenemos toda una generación de
jóvenes turbados que ni siquiera pueden
reconocer lo maligno cuando lo ven. Los falsos
profetas los han engañado. Ellos llaman bueno
cuando "rockeros" con pelo pintado, vestidos
como monigotes, se contonean y menean
sexualmente en el púlpito, tocando su "rock and
roll." A ellos se les dice que el sexo
extramatrimonial es bueno siempre y cuando se
esté enamorado y se respete a la otra persona.
Predicadores y maestros han venido a ser los
grandes defensores del pecado en la nación.
La doctrina de Jezabel promueve la codicia.
"Nabot respondió a Acab: ¡Guárdeme Jehová de
darte la heredad de mis padres! Acab se fue a su
casa decaído y enfadado por las palabras que le
había respondido Nabot de Jezreel, quien le
había dicho: "No te daré la heredad de mis
padres." Se acostó en su cama, volvió su cara y
no tomó alimentos. Jezabel, su mujer, fue a él y
le preguntó: - ¿Por qué está decaído tu
espíritu, y no tomas alimentos? ¿Tú actúas ahora
como rey sobre Israel? ¡Levántate, toma
alimentos, y alégrese tu corazón! ¡Yo te daré la
viña de Nabot de Jezreel! (1 Reyes 21:1-7).
Escucha la doctrina de Jezabel: Tú eres rey. El
número uno. Tú tienes derechos. Que nada te
detenga en obtener lo que desees. Ella le dijo a
Acab: "alégrate, regocíjate, yo la obtendré por
ti." Esta es la doctrina de la prosperidad en
síntesis: No te apures. No te sientas triste o
acongojado por esos deseos que te están comiendo
por dentro. Yo lo conseguiré para ti. Al igual
que los métodos engañosos que usa Jezabel, estas
doctrinas tuercen y usan incorrectamente la
Palabra.
El gran engaño en la iglesia moderna es el uso
de la Palabra de Dios para ponerle una etiqueta
de aprobado a la codicia. En su faz, la doctrina
de Jezabel trabaja. (Véase 1 de Reyes 21:14-16).
Le consiguió a Acab lo que quería. Él se
posesionó de sus derechos porque cuando un
hombre era apedreado por alta traición al rey,
sus derechos revertían al rey. Nunca ha habido
duda que para muchos, esta doctrina de
prosperidad funciona. Como Acab, ellos están
disfrutando de sus posesiones.
Pero Acab no podía disfrutarla plenamente porque
un impertinente profeta de Dios se lo impedía.
Aconteció que vino la palabra de Jehová a Elías
el tisbita, diciendo: "Levántate, desciende al
encuentro de Acab, rey de Israel, que reside en
Samaria. He aquí que está en la viña de Nabot, a
donde ha descendido para tomar posesión de ella.
Le hablarás diciendo: Así ha dicho Jehová: ¿Has
asesinado y también has tomado posesión? Luego
le hablarás diciendo: Así ha dicho Jehová: En el
lugar donde los perros lamieron la sangre de
Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu
misma sangre. Acab dijo a Elías: ¿Así que me has
encontrado, enemigo mío?" Él respondió: "Te he
encontrado, porque te has vendido para hacer lo
malo ante los ojos de Jehová." (1 Reyes
21:17-20)
Imagínense a Acab paseando alrededor de su nueva
posesión, diciendo: ¡No es la vida maravillosa,
Ah Jezabel! Puede que no esté de acuerdo con sus
métodos, pero hace lo que dice. Pero siguiendo
inflexiblemente sus pasos está el profeta Elías.
Acab, perturbado, reacciona. Él sabía lo que le
venía. Su conciencia le dijo: "Me has hallado
enemigo mío."
Así también es hoy en día, Dios ha enviado
profetas a todas partes de esta tierra, clamando
a viva voz, denunciando la doctrina del
materialismo de Jezabel, haciéndole bien
incómodo a los cristianos el disfrute de los
entretenimientos y pertenencias. Estos se han
alineado a la doctrina. No lo pueden ver, pero
el pecado esta detrás de todo esto. Cada vez que
trueno en contra de la doctrina de la
prosperidad, siento el espíritu y poder de Elías
sobre mi. Vas a oír más y más la exposición de
la doctrina de Jezabel. Por doquiera voces
proféticas se oirán claramente clamando:
"Pecado. Estás poseído porque te has alineado al
pecado."
Jezabel odia a los profetas de Dios.
Y Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que
Elías había hecho, y de como había matado a
espada a todos los profetas. Entonces envió
Jezabel a Elías un mensajero diciendo: "Así me
hagan los dioses, y aún me añadan, si mañana a
estas horas yo no he puesto tu persona como la
de uno de ellos." (1 Reyes 19:1-2).
Los cristianos atados por la doctrina de Jezabel
no tienen ninguna estima por los profetas de
Dios. Están entenebrecidos, como Jezabel lo
estuvo, inconmovible, como cuando Acab le
contaba detalladamente el maravilloso despliegue
de autoridad sobrenatural en el Monte Carmelo.
Escuchen a Acab: "Pero Jezabel, es posible que
nosotros necesitemos oír. Yo lo vi con mis
propios ojos. Nuestros profetas alborotaban y
bailaban por horas, pero no había poder. Elías
solo habló Palabra de Dios y el fuego descendió.
Por todas partes había personas arrepintiéndose.
Le daban la espalda a la idolatría. Dios envió
un avivamiento de santidad." Pero Jezabel no fue
impresionada. Al contrario, fue más endurecida.
Así es ahora. Los maestros de la doctrina de
Jezabel y aquellos igual a Acab, que son sus
víctimas, no están abiertos a, ni convencidos
del Espíritu Santo, ni del mensaje del
arrepentimiento y de santidad. Lo oyen, y
entonces siguen su camino, con más determinación
que antes, en sus doctrinas. No hay temor de
Dios ante sus ojos.
La señal más elocuente de un maestro falso y de
la doctrina de Jezabel es hacer caso omiso a las
advertencias proféticas y el rechazo de oír
acerca del juicio. Lo tildan de confusión y
perdición. Se ríen, mofan y lo ridiculizan. No
tienen respeto por señales adversas. Jeremías
dice que esos pastores son ciegos y mudos. El
Señor dice: "Pero no escucharon ni inclinaron su
oído, sino que caminaron en la dureza de su
malvado corazón, según sus propios planes.
Caminaron hacia atrás y no hacia adelante"
(Jeremías 7:24).
Esos que enseñan la doctrina de Jezabel reclaman
ser profetas. Pero hay una prueba para
verdaderos y falsos profetas. Los profetas de
Jezabel solo profetizan buenas cosas, paz y
prosperidad. "Todos ellos son para mí como
Sodoma, y sus habitantes como Gomorra. Por
tanto, así ha dicho y en los profetas de
Jerusalén he visto algo horrible: Cometen
adulterio, andan en la mentira y fortalecen las
manos de los malhechores, de manera que ninguno
se convierta de su maldad. Por tanto así ha
dicho Jehová de los ejércitos acerca de los
profetas: He aquí que les hará comer ajenjo y
les hará beber aguas envenenadas, porque de los
profetas de Jerusalén ha salido la corrupción a
todo el país." "Así ha dicho Jehová de los
Ejércitos: No escuchéis las palabras de los
profetas que os profetizan. Ellos os llenan de
vanas esperanzas, hablan visión de su propio
corazón, no de la boca de Jehová. Continuamente
dicen a los que desprecian la palabra de Jehová:
tendrán paz. Y a cualquiera que anda tras la
porfía de su corazón dicen: No vendrá el mal
sobre vosotros." (Jeremías 23:14-17). Ellos no
ayudan a nadie a salir de la maldad. Hablan
vanidades, y actúan tontamente desde el púlpito.
¡Son payasos!
El pacto de Acab con el mundo.
Acab se arrepintió por la prédica de Elías. El
mensaje de Elías conmovió profundamente a Acab.
Rasgó sus vestidos y caminó en humildad por un
tiempo. Dios lo catalogó de arrepentimiento. "ve
como Acab se ha humillado delante de mí." (1
Reyes 21:29). Desde ese día en adelante él podía
mirar atrás y decir: ¿Arrepentimiento? Sí. Bajo
la predicación de ese gran profeta de Dios,
Elías, en mi jardín en Jezreel. Para él fue una
sola experiencia, no un diario caminar. No duró
mucho. El problema era que él había hecho un
pacto con el mundo. Estaba de acuerdo con el
pecado. Él había venido a ser hermano y amigo
del mundo.
Hermano quiere decir aquí: afinidad, uno igual a
mí; uno al que yo respeto. Él había pactado con
lo que Dios había maldecido. Y hoy en día hay
arrepentimiento, aunque verdadero, muy
superficial. Pero volverás atrás si no hay un
rompimiento completo con el mundo.
Acab reclamaba que amaba la verdad, pero muy
dentro de sí, él odiaba ser reprendido. Acab y
Josafat iban a ir a la guerra con los sirios.
Cuatrocientos falsos profetas estaban
prediciendo el triunfo. "Ve y prosperarás. Tú
puedes." Y allí estaba el único y solitario
profeta en contra de los cuatrocientos falsos
profetas. Escuchen a Acab demandando la verdad:
"Y Micaías respondió: Vive Jehová que lo que
Jehová me hablare, eso diré." Vino pues al rey,
y el rey le dijo: "Micaías, ¿iremos a pelear
contra Ramot de Galaad, o la dejaremos?" Él le
respondió: "Sube y serás prosperado, y Jehová la
entregará en manos del rey." Y el rey le dijo:
"¿Hasta cuantas veces he de exigirte que no me
digas sino la verdad en el nombre de Jehová?" (1
Reyes 22:14-16). Sin embargo, en su corazón, él
no la quería oír - la odiaba. Por lo tanto
encarceló al profeta.
Pastores, maestros y la congregación de hoy en
día dicen: "Queremos sólo la verdad. Predicada y
enseñada como es. No importa como duela." Pero
en su corazón algunos están molestos e
incómodos. La Palabra es muy fuerte, muy dura.
No la pueden resistir.
Acab estaba completamente ajeno al hecho que
estaba siendo guiado por espíritu de mentira.
Este espíritu de mentira no era de Dios, pero sí
estaba bajo su autoridad. Espíritus malignos de
mentira tienen que obedecer su Palabra. No son
de Dios, pero son enviados por Dios. "Ahora
pues, he aquí que Jehová ha puesto un espíritu
de mentira en la boca de todos estos tus
profetas, porque Jehová ha decretado el mal con
respecto a ti." (1 Reyes 22:23).
Este espíritu de mentira hizo que Zedequías, un
falso profeta, declarara que el espíritu de Dios
estaba sobre él. El espíritu de mentira en él
podía honestamente declarar: "El Señor me
envió." Los espíritus de mentira son muy
persuasivos. "Tú los persuadirás." (1 Reyes
22:22). Acab estaba ahora convencido que estaba
oyendo la voz de Dios y que regresaría
victorioso.
Cristianos atados por la doctrina de Jezabel
están ciento por ciento seguros que ellos están
en la verdad. No pueden ver el engaño. Acab no
se puso a pensar: "Micaías está en lo cierto. Él
tiene la mente de Dios. Los cuatrocientos
profetas son falsos, ellos no tienen Palabra de
Dios. No. Él subió completamente convencido,
completamente engañado, totalmente seducido.
Estaba convencido que Micaías estaba en un
error, y que los cuatrocientos estaban en lo
correcto.
¿Por qué caen algunos cristianos en este tipo de
engaño?
"He aquí, vosotros confiáis en palabra de
mentira, que no aprovecha. Hurtando, matando,
adulterando, jurando en falso, quemando incienso
a otros dioses y andando tras dioses extraños
que no conocisteis, ¿vendréis y os pondréis
delante de mí en esta casa sobre la cual es
invocado mi nombre, y diréis: 'Librados somos'
para seguir haciendo estas abominaciones?
(Jeremías 7:8-10).
He aquí la respuesta: El asirse a algún pecado,
a algún ídolo secreto en el corazón. La
justificación para algún pecado. El caminar con
el mundo. Una hermandad con el mundo. Entonces
vienen a la casa de Dios jactándose: "Yo no
estoy condenado." Esto es una invitación sin
restricciones a los espíritus de mentira.
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