Pastor Ezequias Garcia

Uso de los tipos en la enseñanza bíblica
 El Tabernáculo en el desierto
• El Tabernáculo original
Ex. 25:1-8 “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”. Comp. con Jn. 1:1-14, en que la palabra “habitó” quiere decir “moró” como en una tienda de campaña.
• Los nombres del Tabernáculo
Tabernáculo: Proviene de la palabra latina “tabernaculum”, que quiere decir, tienda de campaña, aunque la palabra original se refiere a su cubierta exterior y sugiere peregrinaje o jornada. La palabra hebrea en Ex. 25:9 significa “una morada más permanente”.
- Santuario: Un lugar apartado o sea, consagrado, lugar santo.
- Tabernáculo de reunión (Ex. 29:42-44 V.M.). El lugar en que la congregación de Israel se encontraba con Dios.
- Tabernáculo del testimonio: (Núm. 1:50-53 V.M.) “Habitación del testimonio” el lugar en que guardaba la ley.
- El pabellón de Jehová: (Sal. 27:5) Refugio para el pueblo en el día del mal.
- El propiciatorio: (Ex. 25:21 V.M.) El lugar de consejo con el Rey Celestial, dentro del santuario, desde donde Dios expedía su misericordia y su sabiduría real.
- La morada de Jehová entre los querubines: (Is. 37:16; Sal. 80:1; 99:1).
- La casa de Jehová: (Sal. 26:9; 27:4; Dt. 23:18).
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• El diseño del Tabernáculo (Ex. 25:9; He. 8:2-5; 9:24)
- El modelo o diseño aparentemente fue revelado a Moisés (Ex. 25:40)
- Y es el bosquejo y sombra de la realidad en el cielo (He. 9:8-9)
• El objeto del Tabernáculo (Ex. 25:8, 22; 29:45-46) “Habitaré entre ellos”.
- Dios desea un Tabernáculo para morar entre los hombres.
- Dios anhela tener comunión con el hombre, pero el pecado se interpuso para impedirlo. El pecado siempre aleja de Dios.
• La significación profética del Tabernáculo
- Prefigura la encarnación de Cristo, por la que Dios moró en un Tabernáculo de carne entre la humanidad (Jn. 1:14).
- Sólo Dios es el hacedor (He. 2:14-16). Está excluida la obra del hombre. En Cristo está la plenitud de la deidad de tal manera que Él es Dios manifestado en carne y como Palabra de Dios en vida, revela los pensamientos invisibles de Dios.
- Mensajes especiales por medio del Tabernáculo
El mensaje de los edificadores: (Ex. 31:2-6; 35:30-35) Eran hombres investidos del Espíritu Santo. Como obreros de Dios y para el trabajo de hoy tenemos que ser investidos con el poder del Espíritu Santo y capacitados por él para el servicio de Cristo. Dios fue el arquitecto y Moisés fue el administrador, los israelitas eran los obreros que hacían el trabajo y su trabajo fue apreciado por Dios.
El mensaje de los colores: (Ex. 26:1) Había cuatro colores:
AZUL: color del cielo, habla de Cristo como Hijo de Dios.
PÚRPURA: color real, Cristo es el Rey Mesías.
ESCARLATA: color de sangre, Cristo el Cordero sacrificado.
BLANCO: (lino fino), la justicia de Cristo, único hombre absolutamente
justo y puro.
- El velo bordado con figuras de querubines (Ex. 26:31-33).
En el lugar Santísimo se hallaba el propiciatorio (tapa o cubierta del arca) y encima de él dos querubines (He. 9:5)
El propiciatorio con los querubines representa la presencia de Dios. Los querubines son los ángeles de la presencia de Dios (Is. 6:1-2)
La gente no podía ver los querubines de oro en el lugar Santísimo, los veía bordados en el velo: Cristo, la misma imagen de su sustancia (He. 1:3)
Dios estaba de un lado del velo y el hombre al otro lado.
Había luz artificial de un lado y la luz refulgente de Dios por el otro lado.
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El propósito del velo: “... y el velo os hará separación” (Ex. 26:33).
El velo impedía el acceso a Dios
No somos salvos porque Cristo vivió, sino porque Cristo murió. Su vida perfecta nos impediría la presencia de Dios. Esta separación hubiera sido permanente y eterna, pero cuando Cristo murió fue roto el velo y ahora somos admitidos a su presencia (He. 10:20- 22; Mt. 27:51)
El velo nos avisa que la única clase de humanidad impecable que puede estar en pié delante de Dios en su presencia es la humanidad impecable del Hijo de Dios (He. 7:26-28)
El velo excluía al hombre, pero había una entrada; no la alabanza, ni la oración, ni las obras meritorias, ni el dinero, sino LA SANGRE EN LA JOFAINA. Por la sangre rociada sobre el velo, el Sumo Sacerdote podía entrar una vez al año, sin la sangre jamás entró (Ex. 30:10; Lv. 16:2-3).
El velo roto. (Mt. 27:50-51)
El velo significaba la encarnación y el rompimiento, la muerte.
Fue roto y sobrenaturalmente, desde arriba, de lo alto a lo bajo. Dios hizo lo mismo. La tradición afirma que dos yuntas no podían romperlo.
Nos recuerda las palabras de Cristo, “Consumado es”. (V.M., “Cumplido está” Jn. 19:30). Al hombre no queda más que creer.
Fue el fin del ritualismo antiguo. La gloria refulgente de Dios, escondida por los siglos tras el velo, ahora está accesible a todos por la fe. Nuestro santuario está en el cielo, donde está Cristo. Entramos a su presencia por la sangre y por la fe. Mientras que Él vivía, su vida perfecta era una barrera a nuestra entrada, hasta que Él murió. Entramos por su sacrifico (He. 10:19-20)
- El atrio, la cerca de cortinas blancas alrededor del Tabernáculo.
Especificaciones (Ex. 27:9-19) (Vea el plano)
Dimensiones: 100 x 50 codos (1 codo = 1/2 mt.)
Abierta al cielo, sin techo.
De lino fino, suspendido en 60 columnas de bronce, 20 en cada lado, y 10 en las cabeceras. Las columnas sostenidas por basas de bronce y conectadas por varas de plata. Cada base pesaba como 50 kilos (Ex. 27:11), en la versión moderna aclara que las “molduras” de la V.R. eran “varras conexivas”
La cabeza de cada columna tenía un adorno de plata.
Las cortinas estaban sujetas a las columnas por ganchitos de plata.
El portal, 20 codos de ancho, suspendido de cuatro columnas
El simbolismo
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El lino fino habla de Jesucristo, el Justo. Su perfección excluye a los hombres. Dios acepta solamente la justicia absoluta. La cerca simboliza también la mediación, está entre el pecador y el justo Dios (Ro. 1:18). Cristo es Dios y hombre. Dios es ley, pero amor. No puede violar la ley ni permitir que el amor la viola. Se le exigen al mediador dos cosas, el juicio y la redención.
El bronce es símbolo de juicio. La plata siempre representa la redención.
El lino puro estaba colgado sobre columnas de bronce, pero conectados por varas y ganchos de plata. El bronce tipifica juicio y la plata redención. Cristo hubiera podido bajarse de la cruz, pero así no nos hubiera salvado. Podía pero no quería bajarse, nuestra redención lo detuvo allí. Los ganchos de plata de la redención sujetaban el lino de la justicia divina al bronce del juicio.
Cristo nos envuelve con el lino de su justicia divina (1 Co. 1:30).
Los capiteles o adornos hablan de la hermosura del Señor. Él es más hermoso que diez mil.
Plata encima de bronce = redención a base de juicio
- La armazón del Tabernáculo (Ex. 26:15-30)
Especificaciones:
Dimensiones del Tabernáculo mismo: 10 x 30 codos.
Era una casa portátil de madera de sittin (acasia) cubierta de oro sobre un fundamento de plata.
Dos bases de plata debajo de cada tabla, un fundamento firme: 100 basas entre todas, cuatro de ellas para las columnas del velo
Dos tablas sostenidas por varas de oro, cinco a cada lado
Simbolismo:
La madera de sittin era resistente a los efectos del tiempo o insectos. Era una madera incorruptible y nos habla de la humanidad incorruptible de Jesucristo. Era madera del desierto, la única clase disponible allí y señala a Cristo como una “raíz de tierra seca” (Is. 53:2). Las tablas labradas tipifican la humanidad de Cristo preparada a perfección (He. 7:26-28). Su incorrupción; la perfección única e intachable de Él. Cristo no solamente era capaz de morir sino que murió.
Madera cubierta de oro: Oro (deidad); Madera (humanidad), la dualidad de la naturaleza de Jesucristo. Los materiales en una sola tabla: las dos naturalezas unidas en un ser. Es un misterio pero es un hecho divino.
Las tablas paradas sobre la plata: redención. La plata fue colectada al tiempo del censo ordenado por Dios. Cada uno dio la misma contribución, el rico y el pobre igualmente, medio ciclo (Ex. 30:11- 16). La salvación es igual y la demanda igual. Dios no hace acepción de personas (Hch. 10:34; Ro. 2:11; Col. 3:25)
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Las tablas cortadas de árboles: Cristo “cortado”, abandonado por los hombres y aún de su Padre Dios en la última hora.
Las dos tablas de los ángulos representan dos verdades principales: su muerte y resurrección (1 Co. 15:3-4)
Las varas que unían las tablas. Su longitud no está escrita. Estaban unidas a las tablas por gozmes (anillos) de oro (deidad) (Col. 1:17). Las cinco varas en cada lado hablan de la gracia de Dios en dar a su hijo. Cinco es el número de la gracia divina.
- Las cubiertas (Ex. 26:1-14; 36:8-19)
Especificaciones:
Había cuatro cubiertas: LA PRIMERA: una cortina, o sea un toldo, de lino fino y de colores escarlata, púrpura y azul, con querubines bordados. LA SEGUNDA: de pelo de cabras. LA TERCERA: de pieles de carnero. LA CUARTA: de cuero de tejón, o sea de foca.
La cortina de lino fino (toldo) (Ex. 26:1-6; 36:8-13)
Instrucciones: Debía ser hecha de diez cortinas cosidas en dos filas de cinco cada una. Tamaño: 40 x 26 codos; 30 codos sobre el techo y 10 por detrás. Las dos cortinas fueron unidas por 100 lazadas de cárdeno (azul) y 50 corchetes de oro.
Simbolismo: lino (justicia). Las cortinas eran de género de blanco puro, el más fino jamás tejido de fibra de lino. Cristo fue la persona más fina que jamás haya pisado la tierra. Los colores o tintes mejores eran producto de la muerte de animales: escarlata, de la cochinilla; azul y púrpura, de animales de concha. La dimensión de 40 codos señala a la tentación de Cristo: 40 es el número de prueba.
La cortina de pelo de cabra (Ex. 26:7-13; 36:14-18)
Especificaciones: 6 cortinas en una parte, cinco en otra. La undécima colgaba enfrente. Las lazadas y 50 corchetes de bronce. Era de pelo de cabras y la Biblia enseña que las cabras eran negras (Cnt. 4:1; 6:5).
El simbolismo: El color negro representa el pecado; la cabra es un tipo del pecado; 11 es el número del pecado. Tres cosas simbolizan pecado.
En la hechura del Tabernáculo está tipificado el evangelio. La cortina blanca: Cristo; la negra: el pecado. Negro sobre blanco: nuestros pecados sobre Él (Is. 53:4-6; 2 Co. 5:21). Él cargó todos nuestros pecados, los del pasado, los del presente y los del futuro
La cortina de cueros teñidos de escarlata (Ex. 26:14; 36:19)
Especificaciones: 26:14
Simbolismo: Lo negro del pecado requería el sacrificio de Cristo. El carnero es el animal del sacrificio que servía de víctima en la consagración de Aarón y de sus hijos. Habla de dedicación. “Vengo a hacer tu voluntad” (He. 10:7). El carnero sustituyó a Isaac (Gn. 22:8-13). La consagración del Hijo a “los negocios de su Padre” le 26
condujo a la cruz. Esta cubierta es de cueros y no de pelos como la anterior. Requería el sacrificio de la vida de animales.
La cubierta de piel de tejón (Ex. 26:14; 36:19b)
Especificaciones: Color: azul suave, gris o café oscuro. Era poco atractivo al ojo. La forma y las medidas no están escritas.
Simbolismo: Describe a Cristo como siervo de Jehová (Is. 52:13 al 53). “...fue desfigurado de los hombres su parecer y su hermosura más que la de los hijos de hombres...” (Is. 52:14). De fuera no se veía más que esta cubierta exterior y el lino fino se podía ver solamente desde dentro del Tabernáculo. El mundo ve solamente la humanidad de Cristo y no su deidad. El mundo no le conoció (Jn. 1:10-11). Le ve como hombre desechado, sin hogar ni punto fijo, más adentro se ve el cárdeno, púrpura y carmesí, el oro y la plata. El que “está en Cristo” contempla su hermosura
- El altar cubierto de bronce o sea, de metal (Ex. 27:1-8; 38:1-7)
Especificaciones:
Dimensiones: 5 x 5 x 3 codos de madera de sittin (acacia) cubierto de bronce. Cuatro cuernos uno en cada esquina, hueco por dentro, con rejas a medio fondo para sostener el sacrificio. Todos sus utensilios de bronce.
Simbolismo:
Es un tipo del juicio sobre el pecado en la crucifixión de Jesús.
¿Por qué se haría de madera un altar donde arde el fuego constantemente? La madera de acacia sería muy resistente, pero se vería algo carbonizado y desfigurado, señalando a Cristo como el objeto de la ira divina por el pecado de los hombres. El altar habla de juicio y la madera de sacrificio.
El altar era el más grande de los enseres del Tabernáculo. Se dice que los otros muebles cabrían sobre el altar. Todo esto habla de la obra de Cristo, porque ella es la obra más importante de toda la tierra.
El altar se colocaba frente a la puerta de entrada en el atrio, indicándonos que el acceso a Dios es solamente a través del altar del sacrificio. No hay acceso a Dios sino a través del sacrificio de Cristo (He. 9:22; 10:19-22)
Cristo es el cordero substitutivo, el cordero inmolado. Ya no está muerto sino vivo. La cruz está a la puerta del cielo. Dios no acepta otro sacrificio.
Derramaban la sangre al pie del altar: “La vida está en la sangre” (Lv. 17:11-14). Jesús derramó su sangre, es decir, dio su vida.
Fuego constante en el altar, no encendido por el hombre sino el que cayó de la presencia del Señor. Otro no valdría (Lv. 10:1-2). El fuego habla del juicio de Dios contra el pecado, derramado sobre la cruz. Quemarse en el fuego es terrible, y sufrir la ira de Dios es horrendo. Cristo lo sufrió por nosotros (He. 12:2).
La ceniza caía por las rejas y era sacada con una pala de bronce y llevaba fuera a un lugar limpio, simbolizando la obra consumada de
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Cristo. Terminada su obra, Cristo fue sepultado en un sepulcro nuevo y limpio (Lc. 23:53). Toda la ceremonia tipifica el sacrificio de Cristo acepto delante de Dios
- Fuente de bronce (Ex. 30:17-21; 40:30-31)
Información general:
Se colocaba en el atrio, entre el altar y el tabernáculo.
Fue hecha de bronce, fundida de los espejos metálicos dados por ciertas mujeres consagradas para este objeto.
Era un depósito de agua, no un lavamanos o baño. De allí los sacerdotes se servían el agua, no se metían en la fuente (Ex. 30:19; 40:31)
Simbolismo:
La fuente simboliza el lavamiento
Su hechura de bronce habla de juicio. La base de todo limpiamiento es la muerte de Cristo
Los espejos simbolizan la Palabra de Dios. “Por la ley es el conocimiento del pecado”. Mirarse por la Palabra de Dios es como mirarse en un espejo
EL MENSAJE DOBLE DE LA FUENTE DE BRONCE: REGENERACIÓN Y SANTIFICACIÓN.
- El Candelero (Candelabro) (Ex. 25:31-40; 37:17-24; Lv. 24:1-4)
Información general:
Fue labrado de un talento de oro puro y a martillo. Tenía un valor entre 25 a 30 mil dólares (en la actualidad posiblemente triplique el valor). Tenía su pie y siete brazos, uno en medio y tres a cada lado, adornados con flores y globitos de almendras. Lámpara múltiple con sus capas de aceite y mechas independientes; no candelero para velas. Usaba aceite de olivo.
Simbolismo:
La persona de Cristo. Oro (deidad), enfatizando su naturaleza divina. Él es el verdadero candelero. Si él no fuera luz, no hubiera luz en el mundo (Jn. 8:12; Ap. 1:12-13). El 7 número de perfección: Él es el único absolutamente perfecto.
La obra de Cristo
Aceite: El Espíritu Santo. El candelabro se llenaba de luz porque se llenaba de aceite. Esto enfatiza la relación del Hijo con el Espíritu Santo y su obra en el poder del Espíritu.
Su muerte: La obra de Cristo tenía que ver con la redención. El candelero era de una pieza y labrado a martillo. Todo golpe necesario le fue aplicado. Cristo sufrió la completa satisfacción 28
de Dios, clamó “consumado es”. No había golpes innecesarios. Dos soldados romanos le golpearon la cara a puñetazos y golpearon a latigazos, los martillazos de los clavos lo unieron a la cruz. Él recibió golpes no solamente de manos humanas, sino que el martillo de la justicia divina sin misericordia fue sobre Él. “Jehová quiso quebrantarlo sujetándolo a padecimiento” (Is. 53:10). Él llegó a ser la obra de oro labrado a martillo más admirable de todos los tiempos.
Su resurrección: La figura de almendro recuerda la vara de Aarón que reverdeció (Nm. 17; He. 9:4). La palabra almendro quiere decir “que no duerme” y “apresurador”. El primer árbol que brota en la primavera y el primero en dar fruto: Simboliza la resurrección de Cristo, “los primeros frutos de los que durmieron”. Solo en Él fue manifestado de lleno de fragancia, flor y fruto del Espíritu.
Aplicación:
Nos vemos a nosotros mismos en el candelero. Somos la mecha. Resplandecéis como luces en el mundo” (Fil. 2:15) “Vosotros sois la luz del mundo”. En la ausencia de Cristo, “es necesario que se manifieste su luz por medio de sus lámparas humanas”.
Para dar luz, la mecha debe ser metida en aceite.
Aceite en la mecha: “Si el Espíritu... mora en vosotros” (Ro. 8:11).
El fuego quema y vuelve ceniza, “Nada del yo, y todo de TI”; el “ego”, el propio yo convertido en cenizas.
Las despabiladeras para arreglar las mechas. La mecha no despabilida da poca luz y mucho humo. El Sumo Sacerdote arreglaba las mechas. Así también Cristo, nuestro Sumo Sacerdote. Se quita hoy la mecha que ayer alumbraba. Las experiencias pasadas, el servicio y el testimonio pasados son mechas quemadas, ya no alumbran. La luz que alumbró ayer, no alumbra hoy. Hoy tenemos que alumbrar por medio de lo que somos y hacemos. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres para que vean...”
La mecha quemada fue puesta en el platillo, (caja para el pabilo, hecho de oro, Dios se acuerda de nuestro servicio pasado y lo recompensa también.
- La mesa para el pan de la proposición (Ex. 25:23-30; 37:10-16)
Información general:
Hecha de madera de acacia: 2 x 1 x 1/2 codos en sus dimensiones. Cubierta de oro puro. Aarón había de poner 12 tortas nuevas en ella cada sábado, y sobre ellas incienso limpio delante de Jehová de continuo. Nótese los detalles en Lv. 24:5-9.
Simbolismo:
Cristo como el pan de vida. En el hebreo se le llama “pan de cara”; es decir, pan de la presencia de Dios. Cristo lleva al pueblo creyente en sus intercesiones ante la presencia de Dios.
- El altar del incienso (cubierto de oro) (Ex. 30:1-10; 37:25-29)
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Información general:
Hecho de madera de acacia cubierta de oro. De 2 codos de alto. Posiblemente el más alto de los enseres del Lugar Santo. Tenía cuernos y por la orilla más alta, una corona de oro. El incienso o sahumerio santo se ofrecía en él cada mañana y tarde.
Simbolismo:
Sus materiales: oro (deidad), y madera (la humanidad de Cristo); el Ser que fue menospreciado y rechazado, y ahora está glorificado. Su altura y su corona: la gloria y exaltación de Cristo.
Los “cuernos” señalan la autoridad y potestad de Cristo. Probablemente había cuatro, y dan la idea de Cristo constituido Sacerdote conforme al poder de una vida indisoluble (He. 7:16), o sea, una vida inmortal. Hay una relación entre este altar y la ofrenda por el pecado. En que sus cuernos fueron rociados con la sangre de la expiación, una vez al año (Ex. 30:10; Lv. 16:18; comp. Ex. 29:36-37).
El incienso aromático que se utilizaba en el altar era de una fórmula especial de cuatro especies aromáticas en igual proporción, reservada para este uso sagrado y no para la perfumería ordinaria. Violar esta restricción significaba la muerte. El incienso de aromas perfectamente proporcionado, señala la perfecta pureza y la santidad de Cristo. El incienso, en su uso es tipo de la oración (Sal. 141:2; Ap. 5:8). Estos pasajes nos recuerdan la oración de Cristo y de los santos, como “perfumes”. El incienso subía exclusivamente para Israel, el pueblo de Dios. Cristo oraba exclusivamente por los suyos (Jn. 17:9). Nuestras oraciones alcanzan al Padre por medio de Él (Jn. 16:23-24). Los cuernos del altar, rociados con sangre, nos recuerda que nuestra intercesión estriba en la obra de la cruz. Si no fuera por la cruz, Cristo no hubiera podido interceder por nosotros. El incienso continuo tipifica su intercesión a nuestro favor.
- El arca del pacto (Ex. 25:10-22; 37:1-9)
Información general:
El arca era el único mueble dentro del Lugar Santísimo
Caja de madera de acacia, cubierta por dentro y por fuera de oro
Dimensiones: 2 1/2 x 1 1/2 x 1 1/2 codos
Coronada con moldura de oro y un anillo en cada esquina superior para insertar las varas con que se llevaba
Las varas, de acacia cubiertas de oro, nunca se le quitaban (Ex. 25:15)
La tapa (cubierta) para el propiciatorio (Ex. 25:17)
El arca fue preparada para la ley y en ella fueron guardadas las tablas de los diez mandamientos
Se le llamaba el Arca del Testimonio (Pacto), porque contenía la ley
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Simbolismo:
Acacia: madera que no se corrompe. La humanidad impecable de Cristo
Oro: la deidad de Jesucristo
Un arca de dos materiales sugiere la naturaleza doble de Jesucristo: DIOS-HOMBRE.
La madera le daba su forma. Así la humanidad de Cristo
Solo se veía el oro. Al considerar al hombre Jesucristo en su vida y en su muerte, su deidad es obvia.
El arca tenía la ley en su interior. Cristo nació y vivió bajo la ley y la guardó perfectamente en su corazón
El Tabernáculo era el único lugar en que la ley era guardada íntegramente. A Israel no se le podía confiar para guardarla.
Hay dos maldiciones en Gá. 3:10-13. Cristo no anuló la primera de éstas, sino llevó la segunda al ser crucificado fue hecho maldición por nosotros.
La vara de Aarón puesta en el arca, prefigura la resurrección del Cristo vivo y triunfante (porque la vara reverdeció). Anticipa su Sacerdocio y también es recuerdo de la rebelión de Israel (Nm. 16 y He. 9:14).
La olla llena de maná, era de oro, Cristo como el pan de vida (Jn. 6:33-35). Y un recuerdo de la murmuración de Israel en el desierto.
El arca contenía los tesoros principales de Israel, y en Cristo tenemos todo nuestro tesoro.
- El propiciatorio (Ex. 25:17-22; 37:6-9)
Información general:
Era la tapa que cubría el arca, hecha de oro puro con la figura de un querubín en las cabeceras, las alas de los cuales se encontraban en el centro, sus caras inclinadas hacia abajo.
Simbolismo:
La palabra hebrea traducida “propiciatorio” quiere decir “cubierta”, pero esta traducción no expresa todo el sentido.
Es la misma palabra hebrea traducida “propiciación” y esta es la idea que encierra. En la versión Septuaginta del A.T. en griego está traducida “sede de propiciación”, y en la versión inglesa del rey K. James “sitio de misericordia”
NOTA: En el A.T. se dice que Dios cubría el pecado, o lo pasaba por alto, hasta la cruz, cuando Cristo quitó el pecado, haciendo valida una vez y para siempre la propiciación prevista en los sacrificios (He. 10:4, 11-12; Ro. 3:25). Dios dio la orden que se pusiera la ley en el arca; la ley que el hombre había violado y que le revela la condición, porque, la ley es “santa, justa y buena”. Por ella Dios debe pronunciar juicio. Quien quiera
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que mira a la ley, hay en ella condenación y muerte, y no la salvación. La ley no conoce la distinción de personas (Ro. 3:19-24; 7:12-14)
n) El Sumo Sacerdote y su vestidura
• El Sumo Sacerdote (o sea, el pontífice)
Sin él no hubiera habido acceso al Tabernáculo, él era el mediador entre Dios y el hombre.
En la Biblia hay dos órdenes sacerdotales: El de Aarón y el de Melquisedec (Gn. 14:18-20; Ex. 28:1-2)
Aarón es un tipo y contraste en relación a Cristo. Era sacerdote en esta tierra y Cristo no lo era. Cesó de ser sacerdote cuando murió, pero Cristo es sacerdote eternalmente en el cielo.
El trabajo del pontífice no comenzaba hasta la muerte de la víctima del sacrificio
El sacerdocio de Aarón tenía que ver con la nación de Israel, el pueblo de Dios en la tierra, más ahora los creyentes están “en lugares celestiales” en Cristo. Cristo, nuestro Confesor, está en el cielo.
El sacerdocio aarónico fue constituido en favor del pueblo terrenal, y hacía una obra repetida. Cristo, nuestra justicia está en el cielo y su obra es permanente, es decir, no se repite.
• La vestidura del Sumo Sacerdote (Ex. 28)
Descripción general:
Los artículos de su vestidura eran de primorosa obra, de oro, de cárdeno (azul), púrpura, carmesí, lino torcido y piedras preciosas. Eran vestidos para honra y hermosura. “De diseño divino”.
La túnica bordada y calzones de lino (Ex. 28:4, 39, 42). Una túnica con falda larga y calzones de lino fino. Estos eran un vestido interior que alcanzaba desde los lomos hasta los muslos. Tipificaban la justicia, y pureza de Cristo. Aarón, el tipo, necesitaba purificación; Cristo, el antitipo, no la necesitaba.
El cinto de lino (v.8-9) Este no era el cinturón del efod, sino una faja alrededor del cuerpo, un símbolo de servicio (Is. 42:1; Fil. 2:7; Jn. 13:4). Cristo el siervo. Después de ser salvo, el creyente requiere purificación de su vida diaria.
- El manto del Efod (vs. 31-38)
Descripción general:
Color jacinto (azul), desde el hombro hasta los pies, de una pieza sin costura. Había un coselete con abertura para los brazos y para la cabeza. La falda era adornada de granadas y bordadas en colores, 32
jacinto, púrpura y carmesí. Por la orilla había granadas y campanitas de oro alternadamente puestas alrededor.
Simbolismo:
Azul es el color celestial, tipifica el carácter celestial del ministerio de Cristo. Las campanitas hablan de la lengua y tipifican el habla perfecta del Hijo de Dios, y representa el testimonio. Las granadas: El fruto de la vida: Una fruta compuesta de muchas partes y de muchas semillas (Gá. 5:22-23). Donde hay testimonio hay fruto, granadas y campanitas alternadas en igual número. Entrando el Pontífice al Santuario, las gentes oían las campanitas y sabían que él vivía. ¿Cómo sabemos que Cristo en el cielo está vivo? Por las campanitas. El testimonio del día de Pentecostés cumplió el tipo de las campanitas. El Espíritu Santo descendió sobre la Iglesia dándole testimonio de que el Cristo resucitado estaba vivo en el cielo.
- El efod (vs. 6-14)
Descripción:
Un vestido exterior de cárdeno, púrpura y carmesí, lino fino y oro. Tejido en dos piezas, una enfrente y otra atrás unida con oro. Había una piedra de ónice en cada hombro, cada una grabada con los nombres de seis tribus de Israel.
Simbolismo:
El Sumo Sacerdote llevaba a todo Israel en sus hombros delante de Dios. Así también Cristo nos lleva delante de Dios en su intercesión. El hombro señala la fuerza para llevar carga.
- El pectoral (El pectoral del juicio). “Pectoral” quiere decir “una cosa que cubre el pecho” (v. 15-29)
Descripción:
Era cuadrado y del mismo material del efod, con doce piedras representando las doce tribus de Israel, sobre el pecho del Sumo Sacerdote. Las llevaba sobre el corazón, y no solamente sobre el hombro.
Simbolismo:
Cristo nos lleva en el corazón, lugar exclusivo del amor. También lleva nuestras cargas.
La mitra (v. 37) para cubrir la cabeza. Enseña la obediencia a Dios.
- La plancha de oro fino (v. 36) puesta en el lugar más notable, sujetaba a la mitra con un cordón de jacinto, grabada con grabadura de sello, “Santidad a Jehová”. Cristo, nuestra santidad, está en la presencia de Dios (1 Co. 1:30; Lv. 11:44)
- El Urím y Tumín (v. 30) sobre el pectoral (racional) para el discernimiento o sabiduría. Dios hacía saber su voluntad por medio de estas piedras preciosas llevadas en una bolsa del pectoral. Además de las doce piedras preciosas, sobre el pectoral. “Urím y Tumín” significan “luces y
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perfecciones”. (En los tiempos del A.T. Dios ordenaba que se manifestara su voluntad mediante echar suerte con estas piedras).