LAS SIETE DISPENSACIONES
Introduccion
Las Siete Dispensaciones
1-Inocencia
2-Conciencia
3-Gobierno Humano
4-Promesa
5-La Ley
6-La Gracia
7-La Eternidad
Las Dispensaciones
A. EL SIGNIFICADO DE LAS DISPENSACIONES
En el estudio de las Escrituras es importante entender
que la revelación escritural se divide en períodos bien
definidos. Estos están claramente separados, y reconocer
estas divisiones y sus propósitos divinos constituye uno
de los factores más importantes en la verdadera
interpretación de las Escrituras. Estas divisiones se
conocen como «dispensaciones», y en períodos de tiempo
sucesivos se pueden observar diferentes dispensaciones.
Una dispensación puede definirse como una etapa en la
revelación progresiva de Dios y constituye una
administración o regla de vida distinta. Aunque el
concepto de una dispensación y de una época en la Biblia
no es precisamente la misma, es obvio que cada período
tiene su dispensación. Las épocas se mencionan a menudo
en la Biblia (Ef. 2: 7; 3:5, 9; He. 1:2). La Biblia
también hace distinción de épocas (Jn. 1:17; cf. Mt.
5:21-22; 2 Co. 3:11; He. 7:11-12).
Es probable que el reconocimiento de las dispensaciones
arroje más luz sobre el mensaje total de las Escrituras
que ningún otro aspecto del estudio bíblico. Muy a
menudo sucede que el hecho de tener un claro
entendimiento de las, dispensaciones y de los propósitos
que Dios ha revelado en ellas ha llegado a ser el
principio de un valioso conocimiento de las Escrituras y
de un interés personal en la Biblia misma. La relación
del hombre con su Creador no es la misma en todas las
edades. Ha sido necesario someter al hombre caído a
ciertas pruebas. Esto es en parte el propósito de Dios a
través de las edades, y el resultado de las pruebas
afrontadas por el hombre ha sido en cada caso una
incuestionable demostración tanto de la pecaminosidad
como del absoluto fracaso espiritual y moral del género
humano. Y en el día final toda boca se cerrará, porque a
través de muchos siglos de experiencia se habrá
comprobado la maldad o insensatez de todos los
pensamientos del corazón del hombre.
Cada dispensación comienza, por lo tanto, con el hombre
divinamente establecido en una nueva posición de
privilegio y responsabilidad, y termina con el fracaso
humano que trae como consecuencia la manifestación del
justo juicio de Dios. Si bien es cierto que existen
algunos hechos, tales como el carácter santo de Dios,
que permanecen invariables para siempre y que de
consiguiente son los mismos en cada edad, haya la vez
diferentes instrucciones y responsabilidades que se
limitan en cuanto a su aplicación a determinado período.
En relación con todo esto el estudiante de la Biblia
debe reconocer la diferencia entre aplicación primaria y
aplicación secundaria de la Palabra de Dios. Solamente
aquellas porciones de las Escrituras que son destinadas
directamente para el hijo de Dios en este tiempo de
gracia deben ser objeto de una aplicación primaria o
personal al cristiano. Se demanda que dichas
instrucciones reciban detallado cumplimiento. Cuando se
trata de aplicación secundaria debe observarse que,
mientras es cierto que pueden extraerse lecciones
espirituales de cada porción bíblica, esto no significa
que el cristiano esté en la obligación ante Dios de
cumplir aquellos principios que fueron la expresión de
la voluntad divina para la gente de otras dispensaciones.
El hijo de Dios en el actual período de gracia no está
en la misma situación de Adán o de Abraham, o de los
israelitas en el tiempo de la Ley; ni es llamado tampoco
a seguir aquella manera peculiar de vida que según las
Escrituras se demandará de los hombres cuando el Rey
haya regresado a establecer su reino terrenal.
Siendo que el hijo de Dios depende completamente de la
instrucción contenida en las páginas de la Biblia para
dirigir sus pasos en la vida diaria, y siendo que los
principos revelados en las diferentes dispensaciones son
tan diversos y a veces tan contradictorios, es de gran
importancia para él reconocer las porciones bíblicas que
se aplican directamente a su propio caso, si es que va a
vivir de acuerdo a la voluntad divina y para la gloria
de Dios. En la consideración del testimonio total de la
Biblia, es casi tan importante para el creyente que
desea hacer la voluntad divina conocer lo que no le
concierne directamente como aquello que tiene directa
referencia a él. Es obvio que, aparte del conocimiento
de la verdad dispensacional, el creyente no podrá
adaptarse inteligentemente al presente propósito de Dios
en el mundo. Sólo ese conocimiento le salvará de caer en
aquella sujeción a la ley que caracterizó a la
dispensación pasada o de querer llevar a cabo en la
actualidad el programa de transformación mundial
perteneciente a la dispensación por venir.
Debido a la imperfección de las traducciones, algunas
verdades importantes se hallan ocultas para el que lee
solamente el texto corriente de la Biblia. Por ejemplo,
la palabra griega aion, que significa una «edad» o
dispensación, se traduce «mundo» en unas cuarenta
ocasiones. Por ejemplo, cuando se dice en Mateo 28:20 «hasta
el fin del mundo», la referencia no es al fin del mundo
material, lo que a su debido tiempo tomará lugar (2 P.
3:7; Ap. 20:11; Is. 66:22), sino más bien al fin de esta
edad. El fin del mundo no se acerca, sino el fin de la
presente edad. Según las Escrituras hay en todo siete
grandes dispensaciones, y es evidente que nosotros
estamos viviendo cerca del fin de la sexta de ellas. La
edad del reino milenial (Ap. 20:4, 6) está todavía por
venir.
Una dispensación se caracteriza más o menos por las
nuevas responsabilidades que Dios le señala al hombre al
principio de ella y por los juicios divinos con que la
misma termina. Las siete dispensaciones son las
siguientes: 1) Inocencia, 2) conciencia, 3) gobierno, 4)
promesa, 5) ley, 6) gracia, 7) reino milenial.
Al estudiar las dispensaciones hay ciertos principios
esenciales para entender esta enseñanza. El
dispensacionalismo se deriva de una interpretación
normal o literal de la Biblia. Es imposible interpretar
la Biblia en su sentido normal y literal sin darse
cuenta de que hay diferentes eras y diferentes
dispensaciones.
Un segundo principio es el de la revelación progresiva,
esto es, el hecho reconocido por prácticamente todos los
estudiantes de la Escritura de que la revelación es dada
en etapas. Tercero, todos los expositores de la Biblia
necesitarán reconocer que una revelación posterior en
cierto grado sustituye a una revelación primaria con un
cambio resultante en reglas de vida en las cuales pueden
cambiarse o modificarse y añadirse nuevos requisitos.
Por ejemplo, mientras que Dios mandó a Moisés a matar un
hombre por cortar leña en un sábado (Nm. 15:32-36),
ninguno aplicaría este mandamiento hoy porque vivimos en
una dispensación diferente. Aunque se distinguen
frecuentemente siete dispensaciones en la Escritura,
tres son más importantes que las otras; ellas son: la
dispensación de la ley, gobernando a Israel en el
Antiguo Testamento desde el tiempo de Moisés; la
dispensación de la gracia, la era presente; y la futura
dispensación del reino milenial.
B. DISPENSACION DE LA INOCENCIA: ERA DE LIBERTAD
Esta dispensación comenzó con la creación del hombre
(Gn. 1:26-27) y continúa hasta Génesis 3:6. En esta
dispensación al hombre le fue dada la responsabilidad
humana de ser fructífero, dominar la tierra, tener
dominio sobre los animales, usar los vegetales para
comer y cuidar del huerto del Edén (Gn. 1:28-29; 2:15).
Sin embargo, fue dada una prohibición; se instruyó al
hombre para que no comiese del árbol del conocimiento
del bien y del mal (Gn. 2:17). Aunque al hombre se le
concedió un estado bendito, un cuerpo, mente y
naturaleza perfectos, y todo lo necesario para disfrutar
de la vida, Eva sucumbió ante la tentación y comió el
fruto prohibido y Adán se unió a ella en su acto de
desobediencia (Gn. 3:1-6). Como resultado vino el juicio
divino, la muerte espiritual, el conocimiento del pecado,
el miedo hacia Dios y la pérdida del compañerismo.
Aun en estas circunstancias Dios introdujo el principio
de la gracia con una promesa del Redentor (Gn. 3: 15) y
proveyó túnicas de pieles, típica provisión de la
redención (Gn. 3:21). Ellos fueron expulsados fuera del
huerto, pero se les permitió vivir sus vidas
naturalmente (Gn. 3:23-24) y con el juicio de Dios sobre
ellos comenzó una nueva dispensación. En la dispensación
de la inocencia Dios reveló la falla del hombre, le dio
la promesa de un Redentor que vendría, reveló su
soberanía en juzgar a sus criaturas e introdujo el
principio de gracia.
C. DISPENSACION DE LA CONCIENCIA: ERA DE LA
DETERMINACION HUMANA
Esta dispensación, que comienza en Génesis 3:7 y se
extiende hasta Génesis 8: 19, trajo nuevas
responsabilidades sobre el hombre, establecidas en el
así llamado pacto con Adán y Eva. Se emitió una
maldición sobre Satanás (Gn. 3:14-15), pero también cayó
una maldición sobre Adán y Eva (Gn. 3: ) 16-19). Aunque
no se revela un código detallado de moral dado al hombre
en este tiempo, se le exigió que viviera de acuerdo a su
conciencia y guardando el conocimiento de Dios a medida
que le fuera dado. Sin embargo, bajo la conciencia, el
hombre continuó fallando tanto como lo había hecho
siempre.
La conciencia podía convencer, pero no traería victoria
(Jn. 8:9; Ro. 2:15; 1 Co. 8:7; 1 Ti. 4:2). Los hijos de
Adán tenían su naturaleza pecaminosa manifestada en el
hecho de rehusarse a traer un sacrificio de sangre (Gn.
4:7) y el asesinato de Abel por Caín (Gn. 4:8). La
civilización resultante de Caín fue pecadora (Gn.
4:16-24), y la muerte física se convirtió en algo común
(Gn. 5:5-31). La maldad del corazón humano alcanzó a tal
estado que otra vez el juicio fue necesario (Gn. 6:5,
11-13). El juicio se manifestó sobre Caín (Gn. 4:10-15),
y en la Humanidad en general en la muerte (Gn. 5).
Finalmente Dios tuvo que traer el diluvio universal
sobre la tierra (Gn. 7: 21-24). Sin embargo, en este
período también fue manifestada la gracia divina, puesto
que algunos fueron salvos, como Enoc (Gn. 5:24), y la
familia de Noé fue salva por el Arca (Gn. 6: 8-10; He.
11:7). La dispensación terminó con el diluvio en el cual
solamente la familia de Noé fue salvada.
El propósito de Dios en esta dispensación fue el de
demostrar nuevamente la caída del hombre bajo la nueva
situación en la cual éste se desempeñaba bajo su
conciencia. Sin embargo, en este período Dios preservó
la línea del futuro Redentor, demostrando su soberanía
en juzgar al mundo por medio del diluvio y manifestando
su gracia a Noé y su familia.
D. DISPENSACION DEL GOBIERNO HUMANO: PACTO CON NOE
Esta dispensación cubre el período desde Génesis 8:20 a
11:9. A Noé Dios le dio un pacto incondicional (Gn.
8:20-9:17), en el cual El prometió que no habría más
destrucción por diluvio (Gn. 8:21; 9:11). Dios prometió
que las estaciones en el curso de la naturaleza no
cambiarían (Gn. 8:22) y le dio nuevamente al hombre el
mandamiento de multiplicarse (Gn. 9:1) y de continuar su
dominio sobre los animales (Gn. 9: 2); el comer carne
era permitido ahora, aunque la sangre estaba prohibida
(Gn. 9:4). Lo más importante fue el establecimiento de
la esencia del gobierno, en el cual se le dio al hombre
el derecho de matar a los asesinos (Gn. 9:5-6).
En este pacto, así como en los otros, hay fracaso humano,
como lo indica la embriaguez de Noé (Gn. 9:1) y la
irreverencia de Cam (Gn. 9: 22). Es un período de
deterioro moral y religioso (Gn. 11:1-4). El gobierno
humano, como la conciencia, fracasaron en reprimir el
pecado del hombre, y el resultado fue la torre de Babel
(Gn. 11:4). El juicio de Dios fue confundir su lengua
(Gn. 11:5-7), y la civilización humana fue dispersada
(Gn. 11:8-9).
En este período, sin embargo, la gracia fue evidente en
cómo el remanente de Dios fue preservado y en la
selección de Abraham (Gn. 11:10 - 12:3). También fue
preservada la simiente de la mujer y Dios fue
manifestado en forma soberana. La dispensación finalizó
con el juicio de la Torre de Babel y los preparativos
para la próxima dispensación. Es importante notar que
ambos -la conciencia y el gobierno humano- continúan en
dispensaciones posteriores.
Sólo Abraham y su simiente entran bajo la dispensación
de la promesa. En general, la dispensación del gobierno
humano reveló el fracaso del hombre bajo esta nueva
regla de vida, el juicio selectivo de Dios, y se
continuó manifestando la gracia divina.
E. DISPENSACION DE LA PROMESA: PACTO CON ABRAHAM
Este pacto, que comienza en Génesis 11: 10, se extiende
hasta Exodo 19:2. En él la responsabilidad humana fue
dada en la forma de confiar en las promesas de Dios
reveladas a Abraham. El contenido de su revelación
divina incluía la promesa a Abraham (Gn. 12:1-2; 13:16;
15:5; 17:6); la promesa a Israel, la simiente de
Abraham, de la que saldría una gran nación y el canal
para el cumplimiento de la promesa de Dios (Gn. 12:2-3;
13:16; 15:5,18-21; 17:7-8; 28:13-14; Jos. 1:2-4); y una
promesa de bendición a toda la tierra a través de
Abraham (Gn. 12:3), El principio fue también establecido
de manera que Dios bendijera a aquellos que ben- dijeran
a Abraham y maldijera a aquellos que maldijeran la
simiente de Abraham. El pacto abrahámico es uno de los
pactos importantes de la Biblia e incluye la provisión
de que Israel sería una nación para siempre, tendría el
título de su tierra para siempre, sería bendecida en
cosas espirituales, estaría bajo la protección divina y
tendría el signo especial de la circuncisión (Gn.
17:13-14). El pacto era a la vez de gracia en principios
e incondicional, por cuanto no dependía de la fidelidad
humana, sino en la fidelidad de Dios. Solamente
cumplidas parcialmente en el tiempo en que vivió
Abraham, las bendiciones y promesas del pacto abrahámico
continúan en su cumplimiento hacia el fin de la historia
humana. Algunas de las bendiciones inmediatas del pacto
para alguna generación particular estaban condicionadas
a la obediencia, pero el pacto en sí era declarado como
un pacto eterno (Gn. 17:7, 13, 19 1 Cr. 16: 16-17; Sal.
105: 10). El pacto con Abraham fue dirigido primeramente
a Abraham y sus descendientes hasta donde estaba
comprometida la responsabilidad dispensacional. El mundo
como un todo continuaba bajo el gobierno humano y la
conciencia como su responsabilidad primaria.
Bajo el pacto abrahámico, sin embargo, había un
constante patrón de fracaso, el cual fue manifestado en
la demora de ir a la Tierra Prometida (Gn. 11:31); en
Abraham al ser el padre de Ismael (Gn. 16:1-16); y en
descender a Egipto (Gn. 12:10 - 13:1). Es evidente, sin
embargo, que Abraham creció en fe y en gracia y
finalmente tenía la voluntad de sacrificar aun a su hijo
Isaac en obediencia a Dios (Gn. 22). Siguiendo a
Abraham, Isaac fracasó viviendo tan cerca de Egipto como
era posible sin violar el mandamiento de Dios . (Gn.
26:6-16). De la misma manera, Jacob falló en no creer en
la promesa hecha a su madre cuando él nació (Gn. 25:23;
J 28:13-15, 20); él fue culpable de mentira, engaño y de
regatear (Gn. 27:1-29), y eventualmente se movió fuera
de la tierra hacia Egipto para evitar el hambre (Gn.
46:1-4).
En Egipto, Israel también le falló a Dios en sus quejas
y falta de fe (Ex. 2:23; 4:1-.10; 5:21; 14:10-12;
15:24), en su deseo de volver a Egipto (Ex. 14:11-12) y
en su constante murmuración (Ex. 15:24; 16:2; Nm. 14:2;
16:11, 41; Jos. 9:18). Su fracaso es evidente tanto en
el momento en que fue dada la ley como posteriormente en
su falla en cuanto a confiar en las promesas de Dios en
Cades Barnea (Nm. 14). El fracaso bajo el período cuando
la promesa abrahámica era especialmente su
responsabilidad resultó en la pérdida temporal de la
tierra, su esclavitud en Egipto, y en su viaje errante
por el desierto antes de entrar en la tierra. Su fracaso
estableció la etapa para la promulgación de la ley
mosaica. En la dispensación de la promesa había mucha
gracia divina ilustrada en el constante cuidado de Dios
por su pueblo, su liberación de Egipto y la institución
de la fiesta de la Pascua. La dispensación de la promesa
termina en el momento en que fue dada la ley (Ex. 19),
pero finaliza sólo en el sentido de ser el principio o
prueba principal de responsabilidad.
La dispensación de la promesa continúa hacia el fin de
la historia, y muchas de sus promesas están aún en
vigencia como un objeto de fe y esperanza. Las promesas
hechas a Abraham son la base para las dispensaciones
posteriores de la gracia y del reino. Hasta cierto punto
las promesas nunca acaban y son cumplidas en un estado
eterno. La dispensación de la promesa estableció
claramente el principio de la soberanía divina, proveyó
un canal de revelación divina especial para la nación de
Israel, continuó la provisión de la redención y
bendición divinas, reveló la gracia de Dios y prometió
un testimonio para el mundo. Como las otras
dispensaciones, sin embargo terminó en fracaso en lo que
se refiere a la conformidad con la voluntad de Dios y
preparó el terreno para la introducción de la ley como
un ayo para traer a los creyentes a Cristo (Gá. 3:24).
F. LA DISPENSACION DE LA LEY
La dispensación de la ley comienza en Exodo 19:3 y se
extiende a través de todo el período hasta el día de
Pentecostés en Hechos 2, aunque la ley finalizó en un
sentido en la cruz. Ciertas porciones como el evangelio
de Juan y algunos pasajes selectos en los otros
evangelios anticiparon, sin embargo, la era presente de
la gracia.
La ley mosaica fue dirigida solamente a Israel, y los
gentiles no eran juzgados por sus normas. La ley
contenía un detallado sistema de obras, incluidas tres
principales divisiones: los mandamientos (la voluntad
expresada de Dios, Ex. 20: 1-26); los juicios (la vida
social y civil de Israel, Ex. 21: 1 - 24: 11); y las
ordenanzas (la vida religiosa de Israel, Ex. 24: 12 -
31: 18). El sistema de sacrificios y del sacerdocio que
fue incluido era tanto legal como de gracia. El gobierno
en esta dispensación era una teocracia, un gobierno por
medio de Dios a través de sus profetas, sacerdotes y (más
tarde) reyes. El pacto mosaico fue también de carácter
temporal, en vigencia sólo hasta que Cristo viniese (Gá.
3:24-25). La naturaleza de la dispensación era
condicional, esto es, la bendición estaba condicionada a
la obediencia.
Por primera vez en la historia la Escritura reveló un
completo y detallado sistema religioso bajo la ley,
proveyó el terreno para la limpieza y el perdón, la
adoración, y oración, y ofreció una esperanza futura.
Bajo la ley hubo constante fracaso. Esto es evidente
especialmente en el período de los jueces, pero siguió
hasta después de la muerte de Salomón y la división del
reino de Israel en dos reinos. Hubo períodos cuando la
ley fue completamente olvidada e ignorada y la idolatría
reinaba en forma suprema. El Nuevo Testamento continúa
el registro de fracasos, que culmina en el rechazo y
crucifixión de Cristo, quien en su vida guardó la ley en
forma perfecta.
Fueron infringidos muchos juicios durante la
dispensación de la ley como se describe en Deuteronomio
28:1 - 30:20. Los mayores juicios fueron el cautiverio
bajo Asiria y Babilonia, de los cuales retornaron en el
tiempo debido. Los juicios de Israel también vinieron
después del término de la dispensación e incluyeron la
destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. y la
dispersión mundial de Israel. La gran tribulación, otro
tiempo de angustia para Jacob, está todavía por delante
(Jer. 30:1-11; Dn. 12:1; Mt. 24:22).
Bajo la ley, sin embargo, también era administrada la
gracia divina en aquel sistema de sacrificios que fue
provisto como una vía de restauración para el pecaminoso
Israel, y el Dios paciente se manifiesta en la provisión
de profetas, jueces y reyes y en la preservación de la
nación. En repetidas ocasiones el arrepentimiento de
Israel fue aceptado por Dios, y a través de este período
fue escrito el Antiguo Testamento. La bendición
coronadora fue la venida de Cristo como el Mesías de
Israel, a quien la nación entera rechazó.
En un sentido la dispensación de la ley terminó en la
cruz (Ro. 10:4; 2 Co. 3:11-14; Gá. 3:19, 25). Pero en
otro sentido no concluyó hasta el día de Pentecostés,
cuando comenzó la dispensación de la gracia. Aunque la
ley finalizó como una regla específica de vida, continúa
siendo una revelación de la justicia de Dios y puede ser
estudiada con provecho por los cristianos para
determinar el carácter santo de Dios. Los principios
morales que resaltan la ley continúan, puesto que Dios
no cambia; pero los creyentes hoy día no están obligados
a guardar los detalles de la ley, dado que la
dispensación ha cambiado y la regla de vida dada a
Israel no es la regla de vida para la iglesia. A pesar
de ello, pueden hacerse varias aplicaciones de la ley,
aunque una interpretación estricta sólo relaciona a la
ley mosaica con Israel.
El propósito de la leyera proveer una regla justa de
vida y traer el pecado a condenación. La experiencia de
Israel bajo la ley demostró que la ley moral, cívica y
religiosa no puede salvar o santificar. La ley nunca fue
propuesta para proveer la salvación para el hombre, ya
sea mientras estaba en vigencia o después, y por medio
de su naturaleza era débil, por cuanto no podía
justificar (Ro. 3:20; Gá. 2:16); no podía santificar o
perfeccionar (He. 7: 18-19); estaba limitada en su
vigencia y duración (Gá. 3:19); no podía regenerar (Gá.
3:21-22), y sólo podía hacer manifiesto el pecado (Ro.
7: 5-9; 8:3; 1 Co. 15:56). La ley hizo posible que Dios
demostrara que todos eran culpables y que toda boca
calló (Ro. 3:19), e hizo evidente la necesidad de Cristo
(Ro. 7:7-25; Gá.3:21-27).
G. DISPENSACION DE LA GRACIA
La dispensación de la gracia comienza justamente en
Hechos 2 y continúa a través del Nuevo Testamento,
culminando con el arrebatamiento de la iglesia. Algunas
enseñanzas concernientes a la dispensación de la gracia
fueron introducidas antes, como en Juan 13-17. Las
Escrituras que se relacionan con esta dispensación se
extienden desde Hechos 1 hasta Apocalipsis 3.
La dispensación de la gracia fue dirigida solamente a la
iglesia, puesto que el mundo como un todo continúa bajo
la conciencia y el gobierno humanos. En ella, la
salvación se revela que es por la fe únicamente, lo cual
fue siempre verdad, pero ahora se hace más evidente (Ro.
1:16; 3:22-28; 4:16; 5:15-19). Las altas normas de
gracia elevan a esta dispensación por sobre todas las
reglas de vida previas (Jn. 13:34-35; Ro. 12:1-2; Fil.
2:5; Col. 1:10-14; 3:1; 1 Ts. 5:23).
Sin embargo, bajo la gracia el fracaso fue también
evidente, puesto que la gracia no produjo ni la
aceptación universal de Cristo ni una iglesia triunfante.
De hecho, la Escritura predijo que habría apostasía
dentro de la iglesia profesante (1 Ti. 4:1-3; 2 Ti.
3:1-13; 2 P. 2-3; Jud.). Aunque Dios está cumpliendo sus
propósitos en llamar a gentes para su nombre de entre
los judíos y gentiles, la porción profesan te pero no
salva de la iglesia dejada atrás en el arrebatamiento
será juzgada en el período entre el arrebatamiento y la
venida de Cristo para establecer su reino (Mt. 24:1-26;
Ap. 6-19). La iglesia verdadera será juzgada en el cielo
en el tribunal de Cristo (2 Co. 5:10-11).
En esta edad presente la gracia divina es especialmente
evidente en la venida de Cristo (Jn. 1:17), en la
salvación del creyente y en nuestra posición ante Dios
(Ro. 3:24; 5:1-2, 15-21; Gá. 1:1 - 2:21; Ef. 2:4-10), y
en la naturaleza de la gracia como una regla de vida (Gá.
3:1 - 5:26).
La dispensación de la gracia termina con el
arrebatamiento de la iglesia, el cual será seguido por
el juicio de la iglesia profesante (Ap. 17:16). La era
de la gracia es una dispensación,diferente en lo que
concierne a abarcar a creyentes judíos y gentiles. Por
contraste, la ley de Israel era solamente para Israel,
el gobierno humano era para el mundo entero, y la
conciencia se extiende a toda la gente.
En la presente dispensación la ley mosaica está
completamente cancelada en cuanto a su aplicación
inmediata, pero continúa para testificar de la santidad
de DiOs y provee muchas lecciones espirituales para ser
aplicadas. Aunque todas las dispensaciones contienen un
elemento de gracia, la dispensación de la gracia es la
suprema manifestación de ambas cosas, la totalidad de la
salvación recibida y en cuanto a una regla.de vida.
H. DISPENSACION DEL REINO
La dispensación del reino comienza con la segunda venida
de Cristo (Mt. 24; Ap. 19) y es precedida por un período
de tiempo en el cual se incluye la tribulación, el cual
hasta cierto grado es un período transitorio. Las
Escrituras que se aplican a ello son todos los pasajes
del reino futuro, ya . sea en el Antiguo o Nuevo
Testamento (siendo las principales Sal. 72; Is. 2:1-5;
9:6-7,11; Jer. 33:14-17; Dn. 2:44-45; 7:9-14, 18, 27;
Os. 3:4-5;' Zac. 14:9; Lc. 1:31-33; Ap. 19-20).
En el reino, la responsabilidad humana será obedecer al
rey, quien regirá con vara de hierro (Is. 11:3-5; Ap.
19:15). El reino será teocrático, esto es, una
reglamentación de parte de Dios, y habrá un sistema
renovado de sacrificios y sacerdocio (Is. 66:21-23; Ez.
40-48). Un rasgo excepcional de este período es que
Satanás será atado y los demonios permanecerán inactivos
(Ap. 20:1-3, 7). El reino, sin embargo, también será un
período de fracaso (Is. 65:20; Zac. 14:16-19), y habrá
re- belión al final del mismo (Ap. 20:7-9).
El juicio divino que sigue incluye la destrucción de los
rebeldes por medio del fuego (Ap. 20:9) y la destrucción
de la antigua tierra y cielo por fuego (2 P. 3: 7,
10-12).
En el reino milenial la gracia divina también se revela
en el cumplimiento del nuevo pacto (Jer. 31:31-34), en
cuanto a salvación (Is. 12), en prosperidad física y
temporal (Is. 35), en abundancia de revelación (J er.
31: 33-34), en perdón de pecado (Jer. 31:34) y en la
recolección de Israel (Is. 11:11-12; Jer. 30:1-11; Ez.
39:25-29). El reino milenial termina con la destrucción
de la tierra y cielo por fuego y es seguido por el
estado eterno (Ap. 21-22).
La dispensación del reino difiere de todas las
dispensaciones anteriores en que es la forma final de la
prueba moral. Las ventajas de la dispensación incluyen
un gobierno perfecto, la presencia inmediata y gloriosa
de Cristo, el conocimiento universal de Dios y el
término de los tiempos de salvación, y Satanás que
permanece inactivo. En muchos puntos la dispensación del
reino es suprema y trae a su consumación los tratos de
Dios con el hombre. En las dispensaciones Dios ha
demostrado cada significado posible de los tratos con el
hombre. En cada dispensación el hombre fracasa y la
gracia de Dios es suficiente.
En las dispensaciones se cumple el propósito de Dios de
manifestar su gloria, en el mundo natural y en la
historia humana. A través de la eternidad nadie podrá
levantar la pregunta de si Dios podría haber dado al
hombre otra oportunidad para alcanzar la salvación o la
santidad por medio de su propia habilidad. Un
conocimiento de las dispensaciones es, de acuerdo a ello,
la clave para el entendimiento del propósito de Dios en
la historia y el despliegue de la Escritura, la cual
registra los tratos de Dios con el hombre y su
revelación divina concerniente a sí mismo.
PREGUNTAS
1. ¿Cuán importante es la doctrina de las dispensaciones?
2. ¿ Cómo puede definirse una dispensación?
3. Contrastar una dispensación y una época en la Biblia.
4. ¿Qué caracteriza en general el comienzo y el fin de
cada dispensación?
5. ¿ Cómo. puede distinguirse una aplicación primaria y
secundarla de la Palabra de DIos?
6. ¿Cómo ofrece la interpretación dispensacional una
explicación de instrucciones escriturales que parecen
contradictorias?
7. ¿ Qué siete dispensaciones se reconocen comúnmente en
, la Escritura?
8. ¿ Cómo se relaciona la interpretación normal o
literal al dispensacionalismo?
9. ¿Cómo se relaciona la revelación progresiva al
dispensacionalismo?
10. ¿ Cómo explica el dispensacionalismo los cambios en
las reglas de vida?
11. ¿Cuáles dispensaciones son las más importantes?
12. ¿Cuál era el requisito para el hombre bajo la
dispensación de la inocencia?
13. ¿Cómo se mostró la gracia en la dispensación de la
inocencia?
14.Explique la revelación de Dios en la dispensación de
la Inocencia.
15. ¿Hasta qué grado la dispensación de la conciencia
revela el fracaso humano?
16. ¿ Cómo se mostró la gracia en la dispensación de la
conciencia?
17. ¿Cuáles fueron algunos de los resultados
sobresalientes de la dispensación de la conciencia?
18. ¿Cuál era el requisito para el hombre bajo la
dispensación del gobierno humano?
19. ¿Hasta qué punto el hombre fracasó bajo el gobierno
humano?
20. ¿Hasta qué punto se mostró la gracia en el gobierno
humano?
21. ¿Qué reveló la dispensación del gobierno humano?
22. ¿En qué sentido las dispensaciones de la conciencia
y el gobierno humano continúan hoy día?
23. ¿Qué fue provisto en la dispensación de la promesa,
y qué se requirió del hombre con respecto a ello?
24. Explicar cómo la dispensación de la promesa no se ex
tendió a toda la raza.
25. Describir el fracaso humano bajo la dispensación de
la promesa.
26. ¿ Cómo se mostró la gracia divina en la dispensación
de la promesa?
27. ¿Quiénes fueron colocados bajo la dispensación de la
ley?
28. Nombrar las divisiones principales de la ley.
29. ¿Cuán completa era la ley como un sistema religioso
detallado?
30. Describir, en general, el fracaso de Israel bajo la
ley.
31. ¿Hasta qué grado se mostró la gracia bajo la ley?
32. ¿Cuándo terminó la ley?
33. Describir la extensión y la limitación del propósito
de la ley.
34. ¿A quiénes fue dirigida la dispensación de la gracia?
35. Caracterizar las normas de gracia como una regla de
vida.
36. ¿Hasta qué grado fue el fracaso bajo la dispensación
de la gracia?
37. ¿ Qué hace terminar la dispensación de la gracia?
38. Contrastar la dispensación de la gracia con la
dispensación de la ley.
39. ¿Cuándo comienza la dispensación del reino?
40. Nombrar algunos de los pasajes importantes de las
Escrituras que se relacionan con el reino.
41. ¿Cuáles son algunos de los rasgos excepcionales de
la dispensación del reino?
42. Describir el fracaso y juicio en el final de la
dispensación del reino.
43. ¿ Qué se revela en el reino milenial concerniente a
la gracia?
44. ¿ Cómo la dispensación del reino difiere de todas
las dispensaciones precedentes?
45. ¿Por qué la dispensación del reino es un clímax
adecuado al programa de Dios